Por las redes sociales, distintas organizaciones sociales convocaron para este miércoles a manifestaciones frente al shopping Costanera Center, un ícono de Santiago de Chile, en donde hay incidentes aislados.
Las protestas buscan hacerse sentir en los barrios ricosde Santiago de Chile, con convocatorias a marchar este miércoles hacia zonas que hasta ahora habían sorteado las tumultuosas manifestaciones, mientras el presidente Sebastián Piñera sostiene que no tiene «nada que ocultar» frente a las crecientes denuncias de excesos policiales: el centro comercial Costanera Center, el más grande de Sudamérica e ícono del progreso económico de este país, ya es epicentro de las protestas convocadas por las redes sociales y de los primeros incidentes.
Por precaución, tanto en el Costanera Center -que ha funcionado a media máquina durante estas últimas dos semanas- como en el edificio de la Cepal sus funcionarios fueron autorizados a dejar las instalaciones antes de la hora de almuerzo.
Las protestas sociales, que estallaron el 18 de octubre, han tenido como principal escenario el centro de Santiago, con manifestaciones -algunas violentas- casi a diario delante del palacio presidencial de La Moneda yen los alrededores de la Plaza Italia, que al cabo de varias jornadas muestran un panorama sombrío.
En La Moneda, junto a varios de sus ministros, el presidente chileno firmó este miércoles un proyecto de ley que eleva -a cargo estatal- el salario mínimo hasta los 350.000 pesos chilenos (467 dólares), en el marco de la agenda social que busca aplacar el malestar.
También este miércoles, entidades que agrupan a los camioneros realizaron una marcha lenta por las autopistas de ingreso a la capital, en protesta por el alto valor de los peajes.
«Establecimos transparencia total en las cifras porque no tenemos nada que ocultar», dijo Piñera este miércoles, al ser consultado sobre la catarata de denuncias sobre abusos a los derechos humanos por parte de las fuerzas del orden, al intentar repelar las manifestaciones callejeras.
El martes, dos estudiantes de secundaria resultaron heridas con perdigones disparados por policías que ingresaron a su liceo y que incumplieron los protocolos de acción en estos casos, según reconoció el jefe policial Mario Rozas.
Las protestas, que se iniciaron en respuesta al alza de tarifas del ferrocarril capitalino pero que después derivaron a varios reclamos sociales, han provocado hasta ahora 20 muertes, en cinco de las cuales se investiga la intervención de agentes del Estado.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha interpuesto, además, 181 acciones judiciales por homicidio, torturas y violencia sexual supuestamente cometidas por efectivos de la policía y militares que resguardaron las principales ciudades los nueve primeros días del estallido social después que Piñera decretara el estado de emergencia.
El Colegio Médico ha denunciado, por su parte, más de un centenar de heridos oculares por el uso de perdigones en las protestas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, pidió este miércoles autorización al gobierno de Piñera para realizar una visita al país «a solicitud de un centenar de organizaciones, instituciones y movimientos de derechos humanos de Chile», anunció el organismo.
Una misión del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, encabezado por la expresidenta chilena Michelle Bachelet, se encuentra desde la semana pasada en el país para investigar las denuncias.
Con intentos a inicios de semana de avanzar desde la céntrica Plaza Italia hacia el oriente, para llegar el centro comercial Costanera Center, el más grande de Sudamérica e ícono del progreso económico de este país, la convocatoria de esta jornada fijó este lugar como el centro de las manifestaciones.
También hubo llamados a concurrir hasta la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), un organismo técnico de las Naciones Unidas, cuya sede en la exclusiva comuna de Vitacura representa uno de los mayores íconos arquitectónicos de la ciudad.
Jaqueado por las protestas,el mandatario descartó el martes renunciar, en una entrevista que concedió a la BBC de Londres.
«Por supuesto que voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos», dijo Piñera.
El martes, en un guiño al sector empresarial, anunció también un paquete de ayudas a 6.800 pequeñas y micro empresas afectadas por la crisis social.
Entre intentos de retomar sus actividades, los santiaguinos transitan desde hace días en una ciudad que de mañana muestra su mejor cara pero que de tarde y noche se paraliza en su gran mayoría, aunque las protestas han bajado en masividad y ganado en violencia en las últimas jornadas.
Los locales comerciales abren solo por pocas horas o mantienen sus cortinas semi cerradas y gran parte de los colegios y universidades todavía no retoman sus actividades, informó Clarín.