Criticó a Susana Malcorra y al presidente electo por sus declaraciones sobre política internacional.
Mauricio Macri fue el encargado de inaugurar la jornada del Cuerpo de Abogados del Estado en el Museo Casa Rosada, pero Miguel Angel Pichetto se robó el show. El senador por Río Negro, se refirió ala situación en Bolivia, a las crisis de Chile y Ecuador, envió un duro mensaje a la Iglesia y se manifestó en contra de las prisiones preventivas. “Si analizamos el proceso boliviano, podríamos decir que el señor (Evo) Morales se quiso quedar para siempre (…) No es un golpe de Estado clásico, son situaciones diferentes”, graficó Pichetto durante un panel que compartió con el ensayista Marcos Novaro.
El ex jefe de la bancada del FPV en el Senado, mostró diferencias con el Presidente sobre el conflicto boliviano, porque -a diferencia de Macri- admitió que “sí hubo interrupción del proceso democrático”, pero matizó el enfoque. (Morales) llama a un plebiscito, pierde el plebiscito y va a una corte adicta que lo habilita a un nuevo mandato. Hay trampa, fraude. La OEA denuncia graves hechos. La elección se interrumpe. Qué hubiera pasado en la Argentina, si eso hubiera ocurrido el 27 de octubre. Hubiera volado por el aire. Y eso es lo que pasó en Bolivia. Las fuerzas armadas tuvieron orden de reprimir y no quisieron reprimir”, argumentó el ex candidato a vicepresidente.
Un rato antes, por la mañana y en declaraciones a la prensa, Pichetto había relativizado la importancia de calificar la salida de Morales como un “golpe de Estado” y criticó a la ex canciller Susana Malcorra. «Quedarse atrapado en esta discusión liviana, si es un golpe de Estado o no, no es importante. Ahí salió la señora Malcorra, no se sabe de dónde, de algún lugar turístico, de algún organismo internacional a decir que es un golpe de Estado”, se mofó.
También rechazó las críticas de Alberto Fernández hacia la Casa Blanca por el conflicto en Bolivia. «Entrar a hacer calificaciones al estilo Puebla, me parece que es negativo. No es bueno. La política internacional tiene que tener una mirada pragmática, primando los intereses nacionales. Hay que tener buenas relaciones con Estados Unidos para que no ayude a resolver los temas económicos-financieros, a acomodar los problemas con el Fondo, a reperfilar la deuda», aseguró.
Pichetto, a quien Macri imagina en la Auditoría General de la Nación, sostuvo que el gobierno de Morales se perfilaba como una nueva dictadura. “Hay 3 dictaduras muy complejas: Cuba, Venezuela y Nicaragua. Bolivia iba hacia ese camino”, sentenció.
El ex candidato a vicepresidente reclamó a Alberto Fernández que opte por el pragmatismo en política exterior y criticó la injerencia del dirigente trasandino Marco Enriquez Ominami, fundador del Grupo Puebla. “Hay que dejar de mirar el mundo desde la mirada oscura bolivariana. Espero que el presidente electo no se equivoque. Que la mirada exterior esté en manos de analistas pragmáticos y no de asesores chilenos”, señaló.
El dirigente peronista diferenció la situación de la Argentina de la de los países vecinos. “No veo ninguna situación extrema. Hay que aislar a los violentos e identificarlos. La iglesia tambien tendría que hacer una tarea en este tema. No hay convalidar discursos violentos. Y la Iglesia no tiene que hacer política”, dijo en alusión a Juan Grabois, de buena relación con el papa Francisco.
Pichetto también se refirió a la situación procesal de Lula de Silva y pidió que el Gobierno evite tener injerencia en asuntos internos de Brasil. Por último, el senador -en sintonía con el presidente electo- castigó la doctrina Irurzun. “No creo en la pena de prisión preventiva. Hubo un hiperjudicialización. La doctrina Irurzun fue equivocada, errónea, alteró las reglas de juego. Espero que se normalice. Sería importante volver al debido proceso legal”, informó Clarín.