El equipo de Bérgamo le ganó 3-0 al Shakhtar, que tenía el empate a su favor, y está entre los 16 mejores del torneo.
Era el equipo que había arrancado con peor perspectiva la última fecha del grupo C de la Champions, pero resultó el que se fue con la sonrisa más grande. El Atalanta del argentino Papu Gómez necesitaba ganarle en Ucrania al Shakhtar Donetsk y además necesitaba que el Dinamo Zagreb no venciera como local al ya clasificado Manchester City, que encima tenía asegurado el primer puesto. Y al final se dieron los resultados que le permitieron acceder al sueño de estar entre los 16 mejores del torneo de clubes más importante del continente.
La historia había arrancado complicada para el equipo de Bérgamo, porque Dinamo ganaba en la capital croata desde los 10 minutos con un gol de Dani Olmo. Pero el empate de Gabriel Jesús en una jugada polémica todavía en el primer tiempo le permitió ilusionarse. Y el equipo de Guardiola terminó de dar vuelta la historia en el complemento, por lo que Shakhtar y el Atalanta ya estaban mano a mano: el ganador sería el que se quedaría con el segundo puesto del grupo y la clasificación a octavos. Claro que los locales tenían encima a su favor la posibilidad de empatar.
Pero el Atalanta nunca se resignó y fue para adelante con todo. Y a los 21 minutos puso el primer ladrillo para edificar su ilusión con un gol del belga Timothy Castagne. Ya a los 35, el croata Mario Pasalic puso el segundo. Y en los descuentos el alemán Robin Gosens puso el 3-0 definitivo que terminó en el loco festejo del equipo italiano.
Para los de Bérgamo es un logro histórico: más allá de que en 1988, cuando jugaban en la serie B, llegaron a semifinales de la desaparecida Recopa, era la primera vez que jugaban la Champions. En este debut, luego de una nefasta primera rueda en la que no habían conseguido ni un solo punto, llegaron con 7 unidades a meterse en los octavos de final, según Clarín.