La administración de Mariano Arcioni no necesita ninguna ley de “roleo” aprobada por la Legislatura, porque ya cuenta con una autorización del gobierno de Macri y está por conseguir otra del gobierno de Alberto Fernández. El plan que incluye además refinanciar vencimientos por $ 1300 millones para seguir paliando un déficit mensual de $ 1000 millones, y también los plazos para la reestructuración del Bocade, para dejar de sufrir el descuento de U$S 30 millones trimestrales.
El financiamiento en Letras sigue siendo por el momento la única opción con la que cuenta la nueva administración de Mariano Arcioni para cumplir con los compromisos salariales de todos los meses, y esta alternativa será utilizada por partida doble en este diciembre, en el que además se debe cumplir con el medio aguinaldo antes de que finalice el corriente mes. El ministro de Economía, Oscar Antonena, está por estas horas en Buenos Aires con una misión, que es reunirse con el recién asumido equipo económico de Alberto Fernández para conseguir la autorización que Chubut necesita para cumplir los aproximadamente 6 mil millones de pesos que demanda la masa salarial completa, sumando el SAC.
De acuerdo a la información de las más altas fuentes del Ejecutivo, el plan completo es el siguiente: el primer paso será refinanciar para dentro de 60 días el vencimiento de $ 1300 millones en Letras tomados hace dos meses y que si no deberían pagarse el próximo miércoles 18, tal como se hizo con los $ 500 millones tomados tiempo atrás, que ahora vencen el próximo mes de enero. Estos dos endeudamientos que suman 1800 millones de pesos, todavía dejan margen para una nueva toma de empréstito en Letras por otros $ 1300 millones, ya que la autorización que había dado la administración saliente de Mauricio Macri era de tomar préstamos de este tipo hasta en $ 3150 millones.
Es decir que tomando este nuevo financiamiento de $ 1300 millones que ya está autorizado, la provincia piensa llegar a cumplir con la masa salarial de noviembre, especialmente los dos rangos pendientes que corresponden el primero a sueldos de más de 65 mil pesos y el último a los sueldos superiores a 150 mil pesos. Llegado este punto, aún faltaría cumplir con el medio aguinaldo, que en números redondos implica –ya que la masa salarial actual es de unos 4 mil millones- la mitad de ese monto, unos 2 mil millones de pesos.
Así las cosas, lo que Arcioni y Antonena necesitan –y fueron a buscar por estas horas- es que el nuevo Ministro de Economía otorgue la aprobación para un nuevo endeudamiento por 2500 millones de pesos, para lo cual ya fue iniciado el trámite en la gestión de Macri y la herramienta ya está prácticamente en carrera, dependiendo solamente de una firma. Si bien en el gobierno chubutense hay cautela sobre la obtención de este respaldo, también sobra confianza, teniendo en cuenta el alineamiento político con la nueva gestión nacional, y las charlas previas en las que se prometió “dar una mano” en lo que la provincia necesita.
Si este dinero logra ser colocado hacia fin de mes, en el gobierno confían en que estarían entonces los fondos necesarios para pagar aguinaldos y también compromisos con proveedores, y comenzar con tranquilidad el mes de enero. Lo que está claro es que ninguna de estas herramientas necesita algún tipo de aprobación por parte de la nueva Legislatura, porque la provincia ya cuenta con una ley que permite un programa de letras por 200 millones de dólares anuales, unos 12 mil millones, y estaría dentro de ese parámetro. En todo caso, la nueva Cámara tendrá la misión de tratar antes de fin de año el nuevo Presupuesto con la nueva Ley Tributaria 2020, y alguna serie de medidas que se están pensando para achicar el déficit que hoy sigue agobiando a la provincia, y que es de aproximadamente 1000 millones de pesos mensuales.
Deuda asfixiante
En ese plan de achicar el déficit, el primer paso y más importante pasa por “mejorar la estructura financiera” que la provincia tiene hasta 2026 con respecto al Bocade, ese bono tomado por la última gestión de Mario Das Neves por 650 millones de dólares en 2016, que pesa como una Espada de Damocles que no deja asomar la cabeza a las cuentas públicas, con vencimientos trimestrales de 30 millones de dólares, unos 1800 millones de pesos.
Chubut necesita mejorar las tasas de interés y los plazos de devolución del Bocade, para lo cual encargó a una serie de entidades financieras que estudien los números y acerquen propuestas de refinanciación. Este trabajo se viene realizando desde hace un mes, y el equipo de Economía ahora está evaluando las diferentes propuestas que le acercaron estos agentes para elegir la mejor, que será presentada luego a los acreedores en nombre de la provincia. Una vez elegido el intermediario, se buscará una nueva estructuración de los vencimientos, que buscará prorrogarlos para al menos cuatro años más, algo similar a lo que Nación deberá encarar con la deuda externa.
De acuerdo al plan del gobierno, si estos vencimientos de 1800 millones de pesos trimestrales, más de 7000 millones anuales, se dejaran de descontar de los ingresos de rentas generales –hay que recordar que las garantías son los ingresos por regalías hidrocarburíferas- habría un primer paso fundamental para comenzar a achicar el déficit de 12 mil millones de pesos anuales, al que habría que sumarle otros dos aspectos: la mejora en la economía nacional que podría impactar en los ingresos por coparticipación, si es que hay un alza en el consumo; y por otra parte, una serie de medidas internas que son indispensables en cómo se gasta el dinero a nivel provincial, como por ejemplo, el despilfarro de recursos que se va en el pago de horas cátedra en el Ministerio de Educación, en el que se gastan unos 370 millones de pesos mensuales, la friolera de 4500 millones de pesos en el año.
Si estos tres planetas se alinean, es decir, reestructuración de vencimientos de la deuda, crecimiento de ingresos coparticipables, y achicamiento del malgasto de recursos por obra de la burocracia y la política, entonces recién allí, la provincia estaría en condiciones de comenzar a acomodar sus cuentas. Pero para eso, dicen en el gobierno de Mariano Arcioni, hacen falta al menos 6 meses de turbulencia. “La tormenta está a la vista, y no hay manera de esquivarla”, confesó por lo bajo uno de los ministros más influyentes. En el avión, demás está decirlo, estamos todos los chubutenses.
Con información del Diario ADNSUR.