El precio del crudo sigue siendo el nudo del conflicto del sector. Los 12 dólares de diferencia con el mercado imponen un desafío de magnitud. La posible reactivación de las inversiones por ahora va por un carril separado al del valor de las naftas.
POR FERNANDO CASTRO – fcastro@lmneuquen.com.ar
Los 160 mil barriles de crudo que arrojan un récord en los últimos 15 años dan una lectura acotada de la realidad de Vaca Muerta. La provincia esperaba que fueran, en rigor, unos 10.000 más, de acuerdo con las proyecciones que hacía hace menos de seis meses.
Con las pymes en rojo y un conflicto solucionado de forma parcial, en el que por ahora se frenaron los despidos pero que mantiene a unos 1200 trabajadores suspendidos, las preguntas más trascendentes tienen que ver con lo que viene.
El gobernador Omar Gutiérrez fue a Madrid y se habilitó una audiencia con tres de las grandes operadoras con áreas en Vaca Muerta. Como ya se informó, les pedirá que ratifiquen sus inversiones. En mejores momentos, la noticia hubiera sido sobre la negociación de nuevas áreas o la llegada de más capitales. Esta vez, su ida tiene que ver con la ratificación de inversiones.
Es lo que informó el gobierno provincial esta semana. La otra foto que va en tándem es la del conflicto petrolero. Por ahora, hay un acuerdo. Pero el final de la novela podría ser diferente.
El gobierno neuquino comenzó una suerte de cruzada hace unos tres meses. Buscó desde el vamos plantear cuáles eran las mejores condiciones (según su visión) para el desarrollo no convencional, y cree que hay tres. Por un lado, la duración de las concesiones. Esto está dado: la provincia las otorga por 35 años en el sector no convencional. La segunda pasaba por el cepo cambiario. Esto es, las restricciones que recibió Alberto Fernández de Mauricio Macri en el frente externo: la imposibilidad de girar dividendos y utilidades era otro de los dilemas centrales. El Banco Central de la República Argentina moderó esa situación y generó un contexto nuevo en el que las petroleras (y todas las industrias) podrán girar el equivalente al 30% de sus inversiones en concepto de dividendos y utilidades.
Con todo, hay una situación que sigue siendo un talón de Aquiles para los desarrollos de Vaca Muerta y relativiza la buena noticia de que los despidos del sector queden frenados y tengan un nuevo ámbito de resolución. Es la brecha que hay entre el precio internacional del crudo y el barril argentino. Mientras en el resto del mundo el Brent se cotiza a 64 dólares, en Argentina ese valor se encuentra en torno a los 52. La decisión de frenar el precio de los combustibles también de parte del actual gobierno es un factor que ahuyenta las inversiones. La provincia sostiene que la fórmula nunca debiera contemplar frenar el valor del crudo en boca de pozo, sino fomentar un impacto menor en el precio a través de la carga impositiva.
Las fuentes de la industria sostienen que “las señales no son alentadoras” en ese sentido. Los 62 dólares de otros países contra los 52 que cuesta el barril argentino no constituyen una opción competitiva.
En Neuquén, están los que creen que “todavía no ha quedado claro” el impacto que podría tener en el nivel de inversiones.
Por eso, la del acuerdo del conflicto petrolero que entra en una nueva instancia de negociación podría ser solo una paz momentánea.
Es verdad: el blindaje que prepara el gobierno nacional para el sector y la reunión entre el presidente Alberto Fernández y las productoras son buenas señales en un contexto de gran incertidumbre. Pero esa suerte de contexto previo podría ser solo un dechado de buenas intenciones sin una salida para el precio interno del barril y las naftas en el mercado local.
En buena medida, en eso se juega el futuro de corto plazo en Vaca Muerta, señaló Imneuquen.