Fue el precursor del turismo en Chubut. Promovió el sistema de áreas protegidas. Era hombre de consulta permanente en varias provincias. El Ministerio de Turismo de la Nación lo había declarado Asesor Honorario.
En la tarde de ayer se conoció la triste noticia del fallecimiento de Antonio Torrejón, tras varios meses de padecer serios problemas de salud. Se encontraba internado en la Clínica Suiza de Buenos Aires. La noticia produjo hondo pesar en la comunidad chubutense, que siempre observó con mucho cariño y respeto a un hombre que enalteció el sector turístico, no solo de la región patagónica sino a gran parte del país, ya que prácticamente no quedó lugar turístico que no recibiera el asesoramiento y el apoyo de su certero conocimiento sobre el tema.
Su dedicación al turismo nace precisamente en la provincia que lo vio nacer: Chubut, con la creación de las Areas Protegidas, que fueran luego repicadas en múltiples escenarios naturales que existen en la Argentina.
Fue Ministro, Secretario, Subsecretario y Director de Areas Protegidas en la Nación, Ministro de Turismo de Río Negro y hasta el momento de su deceso asesor de la cartera nacional de Turismo. Había trascendido por su aquilatada experiencia, y sin distinciones políticas.
Hombre de espíritu creativo
Había nacido en Puerto Madryn el 25 de octubre de 1935, hijo de una tradicional familia madrynense, realizó sus estudios primarios y secundarios en nuestra ciudad y la zona del valle.
Siempre se destacó por su espíritu creativo. Se lo recuerda -por ejemplo- que en 1954 fue el organizador de un inédito Festival del Mar y que en octubre de 1955 fue uno de los fundadores del Club Náutico Atlántico Sud.
Su impronta lo llevó a fundar la Comisión de Turismo en Puerto Madryn y en 1957 fue uno de los organizadores de los Campeonatos Argentinos de Caza Subacuática. En 1959 Presidente Fundador de la Federación Patagónica de Pesca Deportiva y desde 1962 acompañando la fundación de la Federación Argentina de Actividades Subacuáticas.
En 1964, fue designado con acuerdo de la Legislatura del Chubut, primer Director y responsable de la puesta en marcha del Organismo Turístico de la Provincia del Chubut.
Fue el creador del primer sistema de Areas protegidas provinciales Marítimas del Atlántico Latinoamericano en 1966, en Punta Loma, y del Sistema Natural de Península Valdés. Logró en el año 1999, por su gestión, el reconocimiento como «Patrimonio Natural de la Humanidad» de la Unesco a la Península de Valdés.
En el período 1998-2001 fue designado Asesor Honorario en la Administración Nacional de Parques Nacionales.
Las provincias de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego – Antártida Argentina, Río Negro, Misiones, Corrientes, Jujuy y Santiago del Estero, entre otras, como innumerables ciudades del interior del país le rinden homenaje a sus aportes técnicos-científicos. Escritor incansable, fue durante doce años director de la Revista Cultural Patagónica, publicando más de 1.900 artículos en el «Diario del Viajero», y otros de interés regional y del sector e innumerables colaboraciones en diarios de tirada nacional, regional, e internacional, las que contribuyeron al conocimiento y la concientización turístico-ambiental de la población.
Un inmenso vacío
Antonio Torrejón deja un inmenso vacío en la comunidad patagónica fundamentalmente, tierra a la que amó con todas sus fuerzas, y a la cual le dedicó gran parte de su vida, recorriendo cada escenario, cada rincón, cada lugar, aportando sus conocimientos y poniéndole realce a cada lugar.
Su apellido es sinónimo de turismo. No debe existir en la República Argentina un lugar de esparcimiento que no haya tenido alguna vinculación con su persona. Antonio Torrejón había trascendido las fronteras de la provincia y luego de la Argentina, para ser distinguido en varios países por su constante aporte a la conservación fundamentalmente.
Dedicó su vida a lo que fue su pasión y de la cual cosechó relaciones que luego -en la gran mayoría- se transformaron en amistades, porque ese fue el espíritu que lo rodeó toda su vida, una persona amable, cordial, de una sonrisa espontánea.
Diario EL CHUBUT, tuvo durante décadas, casi desde su fundación, el privilegio de contarlo como columnista en materia del turismo.
Su aporte siempre fue valorado por quienes mantienen algún tipo de relación con el turismo, sea oficial o privado, con las actividades náutico-deportivas, con el sentido del conservacionismo.
Sus últimos aportes fueron volcados a la puesta en valor de la recordación de los 500 años del Viaje de Magallames. Fue un claro hombre en el devenir de la actividad turística. Puerto Madryn sabe como Antonio Torrejón, desde su impronta comenzó a luchar, hace décadas por la instauración de la Dársena Náutico Deportiva, cuyo proyecto lleva su nombre, como no podía ser de otra manera.
Había empujado fuertemente esa idea, siendo uno de los anhelos que logró verlo cristalizado por esos vericuetos de la burocracia del Estado, que dejó trunco el llamado a licitación bajo el gobierno de Néstor Kirchner.
Quienes lo conocieron saben de sus incansables luchas en pos del desarrollo regional. De sus constantes aportes al mejoramiento de la actividad, a la constante prédica de la preservación y el conservacionismo en todas sus formas.
Desde la Quiaca a Ushuaia, supieron de su existencia. Valoraron sus conocimientos, agradecieron sus consejos sanos y honestos que un hombre de la calidad de Torrejón podían brindarles, fuese al gobierno que fuere y sin distinción de color político, porque honestidad mediante, debe valorarse su dedicación a lo que amó desprovisto de todo interés personal o sectorial, porque en todos los instantes de su vida, siempre privilegio el bien común.
Así lo recuerda la ciudad que lo vio nacer. Así lo despiden sus amigos, sus allegados y los que lo conocieron. Perteneció a una camada de jóvenes idealistas, luchadores por sueños, a veces logrados y en muchos casos truncos, pero nunca bajó los brazos y hasta el último momento en que sus fuerzas se lo permitieron siguió apostando al desarrollo y crecimiento de la comunidad a la que pertenecía.
Al conocerse la triste noticia de su deceso un hondo pesar envolvió a la comunidad madrynense, que espera darle su último adiós en el día de mañana, mientras sus seres queridos, su esposa Edith, sus hijas Ana y Cecilia y demás familiares reciben las muestras de dolor ante la partida de un reconocido vecino. Descansa en paz Antonio Torrejón.