El líder opositor busca este domingo su reelección al frente del Legislativo. Incertidumbre en un país en crisis.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó buscará este domingo la reelección como jefe del Parlamento, en medio de la incertidumbre sobre lo que podrá ocurrir este año en materia política y económica en el país caribeño, sumergido en una crisis de la que no se ve salida a corto plazo.
Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 50 países, entre ellos Estados Unidos, se juega una carta crucial este domingo, cuando el Parlamento vote si lo mantiene o no como titular del cuerpo.
Así, casi un año después de proclamarse «presidente encargado», entre ovaciones, abrirá en medio de tensiones y divisiones opositoras un 2020 en el que distintos analistas vislumbran dificultades en su ofensiva contra Nicolás Maduro, con unas elecciones legislativas previstas para fines de año y que avizoran una campaña encendida.
«Tenemos muchos más votos de los necesarios», adelantó Guaidó, quien se entusiasma con seguir al frente del Parlamento. «Toca hacer más, corregir, redoblar esfuerzos», admitió en el final de 2019, consciente de que no pudo cumplir su promesa de lograr la renuncia de Nicolás Maduro en poco tiempo.
Los escenarios para 2020
«El escenario principal» es la reelección de Guaidó al frente de la Asamblea Nacional -controlada por la oposición-, señala Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis.
Aunque su popularidad se erosiona, golpeada por casos de aliados acusados de corrupción, analistas del Diálogo Interamericano consultados por la agencia AFP consideran prácticamente garantizada su continuidad como jefe parlamentario y, con ello, su ratificación como «presidente interino» de Venezuela.
«Los elementos centrales» se mantendrán, considera Peter Hakim. «Supongo que Maduro conservará el control del gobierno con apoyo de los militares y Guaidó liderará una oposición que seguirá dividida», sostiene.
Después de todo, expresa a su vez el experto Michael Shifter, Guaidó aún es «la figura política más popular».
Según Datanálisis, 44% de los venezolanos respalda su reelección.
Aunque un acuerdo previo establecía que la presidencia rotativa del Parlamento correspondía este año a partidos minoritarios, la mayoría apoya a Guaidó. Otros son críticos y un grupo aparte está en negociaciones con el gobierno de Maduro.
La oposición controla dos tercios de 167 escaños(112), pero una treintena de sus legisladores se exiliaron o se refugiaron en sedes diplomáticas tras procesos judiciales. Guaidó necesita la mayoría simple: 84 votos.
Guaidó exige elecciones presidenciales sin Maduro, a quien el Congreso declaró «usurpador» del Ejecutivo, luego de acusarlo de haber logrado su reelección en elecciones fraudulentas en 2018. En esos comicios, la mayoría de los líderes opositores no pudieron presentarse por estar presos o inhabilitados, acusados en distintas causas poco probadas.
El chavismo descarta la acusación y se mantiene firme en el poder, desconociendo las decisiones tomadas por el Parlamento manejado por la oposición.
Elecciones legislativas
Mientras la oposición y gran parte de la comunidad internacional exigían durante todo 2019 nuevas elecciones presidenciales, el régimen de Maduro, desafiante, convocó a comicios, pero sólo legislativos.
«Vamos a recuperar la Asamblea Nacional», dijo Maduro en una entrevista difundida este miércoles.
Las votaciones serían convocadas por la oficialista Asamblea Constituyente, que la oposición considera «ilegítima», pero no han trascendido fechas, aunque serían hacia fin de año.
La convocatoria a parlamentarias «luce inevitable», sostiene el analista León, lo que a su juicio traerá «fracturas en la oposición» y «abstención».
Aunque Guaidó ha negado que la oposición vaya a aceptar votaciones convocadas por la Constituyente, que tomó las atribuciones del Parlamento, Shifter cree que podría verse obligado a «concentrarse» en las legislativas para no perder el control de la cámara.
El Parlamento puso en marcha en 2019 negociaciones para designar un nuevo Poder Electoral, pero hasta ahora no hubo avances.
Guaidó ganó enorme fuerza y popularidad a comienzos del año pasado, con las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales que organizó en todo el país. a inicios de 2019. Perosu fuerza de convocatoria se ha debilitado.
Venezuela sufre una inflación que el FMI proyectó en 200.000% en 2019 y encadena seis años de recesión.
Pero, y aunque piensa que es solo «una burbuja», Shifter subraya que la desaceleración de la inflación y el retroceso de la escasez de alimentos en los últimos meses podrían «ayudar a Maduro», tras la flexibilización de controles económicos y una dolarización informal que gana terreno.
Pero Guaidó sigue teniendo el apoyo del gobierno de Donald Trump. Elliott Abrahms, el encargado de la Casa Blanca para asuntos de Venezuela, ratificó el respaldo estadounidense al líder opositor y denunció «sobornos» a diputados para intentar evitar su reelección, informó Clarín.