Había tiempo hasta hoy pero Kicillof corrió la fecha hasta el 31 de enero.
Después de que los bonistas dijeran que había sido poco el tiempo que tuvieron para analizar la situación, la provincia de Buenos Aires decidió extender hasta el 31 de enero el plazo que vencía este miércoles para que los acreedores aceptaran prorrogar el cobro de US$ 250 millones de capital.
El gobierno bonaerense tenía que pagar el 26 de enero esos US$ 250 millones de capital más US$ 25 millones de intereses. Pero decidió que abonará solo los intereses y les pidió a los bonistas que aceptaran diferir el pago del capital hasta el 1º de mayo, cuando la reestructuración de la deuda nacional supuestamente estará despejada.
Para lograr esa extensión del plazo de pago, era necesario que Kicillof obtuviera el consentimiento del 75% de los bonistas, lo que finalmente no sucedió. Por eso, ahora estiró 9 días más el plazo para lograr juntar voluntades.
El comité de bonistas ya había dicho el martes a la noche en un comunicado que el tiempo para analizar la propuesta había sido poco. La oferta fue lanzada por Kicillof el día 14 de enero y el plazo era el 22. Además, advertían que no había habido tiempo para realizar un proceso formal de identificación de los tenedores de bonos. Y se quejaban de la «ausencia de un plan integral para la deuda de la Provincia».
«El Comité Directivo sigue disponible para encarar negociaciones de buena fe con la Provincia sobre la base de un plan económico razonable e integral», habían asegurado.
A pesar de que la fecha de pago era el 26 de enero, la Provincia tenía diez días más para pagar. Por eso utilizará parte de esos diez días (hasta el 31) para seguir negociando con los bonistas, informó Clarín.