Se encontrará con Luis Cubeddu, jefe del organismo para la Argentina. También está previsto una reunión con un funcionario del Tesoro de los Estados Unidos.
Tras reunirse el lunes con acreedores privados e inversionistas, el ministro de Economía, Martín Guzmán, finaliza este martes su viaje a Nueva York con dos encuentros para discutir la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional: se encontrará con Luis Cubeddu, el jefe de la misión del organismo para la Argentina, y con un funcionario del Tesoro estadounidense.
El venezolano Cubeddu se trasladó a Nueva York junto con Julie Kozak, directora adjunta del departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, para ver a Guzmán esta mañana y poder comenzar a afilar en persona los planes de reestructuración del préstamo de 57.000 millones de dólaresque el organismo pactó con el gobierno de Mauricio Macri, de los que 44.000 millones ya han sido entregados. Los acompañará Sergio Chodos, el representante argentino para el Fondo.
Cubeddu tiene contacto fluido por Whatsapp con el ministro, pero será la segunda vez que se vean personalmente. Se conocieron en una reunión secreta en Washington en noviembre, cuando todavía no había trascendido la designación del economista platense como ministro.
Guzmán se reunirá también con un funcionario del Tesoro estadounidense –ante la consulta deClarínel ministerio no quiso revelar el nombre del representante–, que viajará a Manhattan para empaparse de los planes del Gobierno para pagar la deuda.
El apoyo del gobierno de Donald Trump en el directorio ejecutivo del Fondo es fundamental, ya que Estados Unidos, dado el tamaño de su economía, tiene un poder de voto clave. De hecho, Macri disfrutó de un respaldo crucial del Tesoro para obtener el préstamo más grande de la historia del organismo.
El Gobierno ya ha dicho que no quiere más dinero del Fondo y que buscará aplazar los vencimientos porque primero quiere que la economía del país crezca para después poder pagar. También tiene que reperfilar la deuda con los bonistas, aunque aún no está claro cuál es el plan, la oferta ni la secuencia. Funcionarios del Fondo ya expresaron que las primeras medidas de Fernández fueron “positivas” para estabilizar la economía, pero aún no ven un programa general en base al cual negociar.
En su primer día en New York, Guzmán se reunió el lunes en el Consejo de las Américas con acreedores privados, inversionistas, banqueros y representantes de calificadoras de riesgo. En ese encuentro, el ministro expuso los lineamientos generales del plan de Alberto Fernández, pero no ofreció los detalles que la audiencia esperaba, como una clara hoja de ruta sobre el reperfilamiento de la deuda y el plan económico para pagarla. Según dijeron los asistentes consultados por Clarín, no hubo demasiadas novedades y no se mostraron los números, por ejemplo de las metas fiscales y la inflación.
El presidente Alberto Fernández dijo el domingo que la Argentina “necesita una definición medianamente rápida sobre el problema de la deuda”, pero tanto el Fondo como los inversionistas buscan señales claras del Gobierno sobre cómo será la renegociación y el futuro plan económico.
Guzmán llegó a Nueva York luego de que los acreedores de la provincia de Buenos Aires rechazaran la propuesta del gobernador Axel Kicillof y se extendiera el plazo para reestructurar la deuda al 5 de febrero. Esta estrategia está coordinada con la nacional, dijo el ministro.
En la reunión del Consejo de las Américas, Guzmán dijo que la Provincia había logrado una adhesión del 26% en lugar del 75% que buscaban. El representante Chodos señaló luego que Guzmán había dicho que la provincia había logrado una “rápida primera adhesión”, pero que también hay bonistas que todavía “no han mostrado una posición constructiva”. Si la propuesta no prospera, Guzmán advirtió que eso podría generar “un cambio en las reglas de juego”.
Wall Street interpreta que el Gobierno busca una apuesta agresiva con los privados, lo que podría llegar a una complicada negociación que se extienda más allá del 31 de marzo, fecha para la que el Presidente dijo que espera tener todo el tema de la deuda solucionado.
El ministro partirá de regreso a la Argentina por la noche y días después viajará al Vaticano, donde el 5 de febrero participará en un seminario organizado por el Papa Francisco, y es probable que allí se reúna con Kristalina Georgieva, la jefa del Fondo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, tendrá este martes su segundo día de negociaciones por la deuda externa en Nueva York con un encuentro clave: se reunirá con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de la visita oficial de dos días a Estados Unidos.
Será la primera vez que el titular de la cartera de Hacienda se encuentre cara a cara con funcionarios del organismo. En noviembre, cuando todavía no se había anunciado su nombramiento, Guzmán estuvo en Washington con la directora del Fondo, Kristalina Georgieva.
El ministro se reunirá, entre otros, con Luis Cubeddu, jefe de la misión del Fondo para la Argentina, que se trasladará a Nueva York para verlo y comenzar afilar los planes de reestructuración del préstamo de US$ 57.000 millones que el organismo pactó con el gobierno de Macri, de los que 44.000 millones ya han sido entregados.
La visita oficial se inició el lunes cuando el funcionario se reunió con inversionistas, banqueros y acreedores en New York y señaló escuetamente a la salida del encuentro que le había ido “muy bien”. Sin embargo, los asistentes dijeron que esperaban más detalles sobre el plan económico y la reestructuración de la deuda, pero no hubo respuestas.
¿ Ofreció alguna pista? “No, nada nuevo”, dijeron.
El ministro llegó a las 9 (las 11 de Argentina) a bordo de una camioneta negra a la sede del Consejo de las Américas, en el coqueto Upper East Side de Manhattan, y caminó casi una cuadra acompañado por el representante argentino ante el Fondo, Sergio Chodos. En la puerta lo esperaba Susan Segal, titular de la organización, que lo recibió con un abrazo.
El desayuno fue a puertas cerradas y estaba “sold out”, o sea que tuvo asistencia completa, con entre 40 y 50 invitados con interés en la Argentina: analistas, bonistas, banqueros y hombres de negocios. Entre ellos los fondos Templeton y BlackRock (los acreedores más importantes de la Argentina); Gerardo Mato, de HSBC; Hans Humes de Greylock Capital (que lidera a un grupo de acreedores privados), Eduardo Eurnekian, presidente de Corporación America y Conor McEnroy, presidente del banco Sudameris, representantes del Bank of America, JP Morgan y agencias de riesgo.
Cerca de las 11, Guzmán salió del edificio y evitó dar precisiones. “Muy bien”, dijo cuando se le preguntó cómo le había ido, mientras se subía apurado a la camioneta con Chodos.
Varios de los asistentes dijeron a Clarín que la exposición de Guzmán había sido sólida, y que el gobierno de Alberto Fernández buscaba reestructurar la deuda en forma sustentable y que la Argentina necesitaba crecer para luego pagar, los lineamientos generales que son de público conocimiento. Sin embargo, coincidieron en que el funcionario no ofreció los detalles que la mayoría esperaba. “No dio precisiones sobre la reestructuración de la deuda”, apuntó uno. “Le preguntamos varias veces sobre las metas fiscales, pero nunca nos dio un número”, señaló otro. “Nos piden buena fe , pero queremos saber qué nos ofrecen”, expresaron.
El presidente dijo ayer que la Argentina “necesita una definición medianamente rápida sobre el problema de la deuda”, pero los inversionistas buscan señales claras del Gobierno sobre cómo será la renegociación. Guzmán llegó a Nueva York en un contexto sensible, luego de que los acreedores de la provincia de Buenos Aires rechazaran la propuesta de Axel Kicillof y se extendiera el plazo para reestructurar la deuda al 5 de febrero. Esta estrategia está coordinada, dijo el ministro Guzmán.
Wall Street interpreta que el Gobierno busca una apuesta agresiva con los privados, lo que podría llegar a una complicada negociación que se extienda más allá del 31 de marzo, cuando el presidente dijo que espera tener todo el tema de la deuda solucionado. Los inversionistas esperaban de Guzmán una “hoja de ruta, hay muchas preguntas y pocas respuestas” o que planteara alguna novedad sobre la deuda bonaerense.
Pero no hubo avances en ese sentido. “No creo que Guzmán tenga todas las repuestas. Lo que me quedó claro es que él no quiere cometer los clásicos errores que se cometieron cuando intentaron reorganizar la casa y eso es positivo”, dijo Conor McEnroy, presidente del banco Sudameris.
“La Argentina ha defaulteado muchas veces, la próxima no va a ser fácil”, señaló. “Podes almorzar al hotel Alvear y pagar con tu tarjeta de crédito y después la tarjeta no funciona más y nadie quiere pagarla”. “Todos queremos una Argentina próspera y saludable, pero la Argentina tiene que contribuir”.
Eurnekian, presidente de Corporación América, dijo que “hubo un mensaje de orden, de disciplina, de objetivos. Hay buena voluntad de parte de los sectores financieros. A Guzmán le preguntaron cómo lograr sus objetivos. Milagros no hay acá”, informó Clarín.