Un nene cordobés de cuatro años está grave después de ser picado por un alacrán el sábado en el departamento Cruz del Eje. El nene, oriundo de la localidad de Villa de Soto, está internado en terapia intensiva.
La mamá del chico, Etelvina Aragón, relató el momento. “Se subió a un arbolito a saludar a otra nena, resbaló y cuando cayó, sintió la picadura. A los pocos segundos empezó con vómitos y enseguida lo llevamos al hospital de Soto”, relató
“De allí nos enviaron a Cruz del Eje. Cuando llegué, el médico me dijo que si tardaba cinco minutos más, mi hijo se moría”, añadió. El menor permanece en terapia intensiva del Hospital de Niños de Córdoba.
«Fue trasladado por un escorpionismo sintomático. Está con asistencia respiratoria y soporte de drogas, porque uno de los efectos del veneno es el que produce sobre el corazón y está en un cuadro de shock cardiogénico», explicó el subdirector del centro de salud, Marcelo Argüello, quién agregó que «está en una situación grave”
El biólogo especialista en alacranes Andrés Ojanguren dijo a TN que en la Ciudad de Buenos Aires, la Plata y el conurbano bonaerense hay «al menos dos especies peligrosas». «Están todo el año, pero al aumentar la temperatura están muchos más activos, salen a cazar y entran en contacto con la gente, particularmente con los chicos, que son los más vulnerables, y por eso tenemos los accidentes», añadió el profesional.
Cómo evitar las picaduras
• No caminar descalzo.
• Sacudir la ropa y los zapatos, y las sábanas antes de dormir.
• Separar la cama de la pared.
• Ir con precaución al revisar cajones o estantes.
• Controlar antes de ingresar a la ducha o la bañera.
• Cubrir con tela metálica los resumideros.
• Vigilar las entradas y salidas de cañerías, desagües y otras aberturas similares.
• Colocar burletes o mosquiteros en puertas y ventanas.
• Mantener limpios y ordenados los ambientes interiores y sin malezas los exteriores.
• Controlar la basura para reducir la cantidad de insectos (arañas y cucarachas) que son alimento de los escorpiones.
• No acumular objetos tales como leña, ladrillos o escombros cerca de la vivienda y no juntarlos con las manos.