Mandatarios y funcionarios de primera línea disertaron en en la Conferencia de Seguridad en Múnich, en la que el desarrollo de la compañía de telecomunicaciones Huawei fue uno de los principales temas de discusión.
La ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Toshimitsu Motegi.
China defendió su derecho al desarrollo al disertar en la Conferencia de Seguridad en Múnich, en la que el desarrollo de la compañía de telecomunicaciones Huawei fue uno de los principales temas de discusión junto con los cuestionamientos al liderazgo global de Estados Unidos.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, aseguró que no hay una crisis en el liderazgo occidental y defendió el papel global de Washington, en un intento por rebajar las tensiones con sus socios europeos, preocupados por la retórica de Donald Trump, su ambivalencia sobre la OTAN y su política de aranceles.
«Me complace informar que la muerte de la alianza transatlántica es extremadamente exagerada. Occidente está ganando, y nosotros estamos ganando juntos», aseveró Pompeo en un discurso en el que enumeró los pasos de Estados Unidos para proteger a las democracias liberales.
Su mensaje pareció estar dirigido al presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, quien en su discurso de apertura, ayer, acusó a Estados Unidos, China y Rusia de hacer el mundo más peligroso.
El presidente francés, Emmanuel Macron, halagó el discurso de Steinmeier y subrayó que Europa no puede ser «el socio menor de Estados Unidos».
En ese sentido, destacó que Bruselas debe ser capaz de enfrentar las amenazas en la región y, en ocasiones, actuar independientemente de Washington.
Europa ha quedado al margen de algunas de las decisiones que más impacto han tenido en el mundo en los últimos meses: Trump se retiró de manera unilateral del tratado nuclear firmado con Irán en 2015, abandonó el pacto climático de París y presentó como «acuerdo» un plan de paz para Israel y Palestina que en la práctica solo tiene en cuenta los requerimientos israelíes.
Pompeo defendió la estrategia de Trump argumentando que Europa, Japón y otros aliados estadounidenses estaban unidos a China, Irán y Rusia, a pesar de las «diferencias tácticas».
En ese sentido, expresó el rechazo de Washington al gasoducto Nordstream 2, que está siendo construido con capitales rusos y alemanes bajo el Mar Báltico y que es un proyecto respaldado por el gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel.
Además, apuntó contra Rusia, China e Irán, al señalar que esos países todavía estaban «deseando imperios» y desestabilizando el sistema internacional.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, quien habló inmediatamente después que Pompeo, acusó a China de llevar adelante una «estrategia nefasta» con el gigante de telecomunicaciones Huawei.
«Es esencial que nosotros, como comunidad internacional, despertemos de los desafíos que presenta la manipulación china del antiguo orden basado en normas internacionales», alertó Esper.
«Todas estas acusaciones contra China son mentiras, no están basadas en hechos», respondió el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, y agregó que está dispuesto a sentarse para mantener «un diálogo serio» con Washington.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi
Wang sostuvo que su país tiene «el derecho a desarrollarse y los chinos a vivir una vida mejor», y aseguró que la modernización de China «es inevitable porque representa el progreso humano».
Agregó que el desarrollo de China es en sí mismo «una fuerza de paz y de estabilidad» y que por consiguiente tiene que ser «bienvenido por la comunidad internacional».
Pero advirtió que, para Estados Unidos, que «no quiere el desarrollo rápido de China», eso no es una buena noticia porque lo obliga a reconocer «el éxito de un país socialista».
No obstante, el diplomático chino se mostró dispuesto a «desarrollar una relación amistosa con Estados Unidos» basada en la «coordinación y la estabilidad».
Al ser consultado sobre la tecnología 5G y las trabas impuestas por Estados Unidos a su despliegue en todo el mundo, el ministro apeló a la «asociación estratégica» que los vincula con la UE.
Recordó que si bien existen diferencias, confió en que el asunto de Huawei se resuelva con las reglas del libre mercado.
«Esperamos que cada país actúe de manera independiente y haga su elección de modo responsable», agregó Wang, señaló Télam.