«Le agradezco su gesto de venir, se lo agradezco mucho. Y estoy contento de poder verlo caminando por la calle».
Es la frase que le dijo el Papa al expresidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, el jueves pasado al recibirlo en el Vaticano, según puede verse en un video que el exmandatario – que se encuentra procesado por corrupción pasiva-, subió hoy a las redes sociales.
En el video, de dos minutos y 20 segundos y editado, se ve a Lula en el salón principal de Santa Marta, el hotel para eclesiásticos donde el Papa lo recibió en forma privada -aunque no a solas-, primero saludando y después hablándole al Pontífice sobre las mayores desigualdades del mundo de hoy y agradeciéndole haberlo recibido en medio de sus «dificultades».
Solo en los segundos finales del video, el Papa -que durante la mayoría del vídeo aparece sentado en un sillón, escuchando atentamente a Lula- habla: le agradece la visita y le dice a Lula que está «contento de poder verlo caminando por la calle». Una frase que probablemente creará polémica en algunos sectores y que el exmandatario brasileño decidió difundir y utilizar para llevar agua a su molino.
El viaje relámpago a Italia de Lula -en el que también aprovechó para reunirse con sindicalistas amigos- fue el primero al exterior desde que salió de la cárcel de Curitiba, el 8 de noviembre pasado, después de 580 días de prisión debido a una condena a 8 años y 10 meses.
En mayo del año pasado el Papa le respondió con una carta a una misiva que le había enviado Lula cuando estaba privado de la libertad. En ese texto, que el político y sindicalista difundió en su momento en las redes sociales, el Papa le manfestaba su «proximidad espiritual» y le pedía «coraje» para «no desanimarse» y «seguir confiando en Dios».
El encuentro
El jueves pasado, luego de su muy publicitada audiencia con el exarzobispo de Buenos Aires -que fue gestionada por el presidente argentino, Alberto Fernández, y que duró una hora-, Lula posteó dos fotos del encuentro, una dándose la mano y otra recibiendo una bendición del Papa, con quien conversó «sobre un mundo más justo y fraterno», según un tuit.
Al día siguiente, por la misma red social el exmandatario brasileño posteó otra foto del momento del intercambio de regalos, contando que había recibido un rosario bendecido y que le había regalado al Papa la foto de un indígena realizada por su fotógrafo personal. Destacó también su preocupación por la Amazonia y por los pueblos originarios -que se reflejó en el documento post-sinodal Querida Amazonia salido a la luz el miércoles pasado-, publicando asimismo un fragmento de la oración del papa por la selva: ‘Madre, mira a los pobres de la Amazonia, porque su hogar está siendo destruido por intereses mezquinos ¡Cuánto dolor y cuánta miseria, cuánto abandono y cuánto atropello en esta tierra bendita y desbordante de vida!’.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, criticó al Papa por sus afirmaciones en ese documento. «El papa Francisco dijo ayer que la Amazonia es de él, que es de todo el mundo; coincidentemente yo estaba ayer con el canciller argentino [Felipe Solá]… el Papa es argentino, pero Dios es brasileño», indicó el mandatario, que recientemente envió al Congreso un proyecto para realizar actividades de minería en tierras indígenas de la Amazonia.
Lula, que ya se encuentra de regreso en Brasil, aseguró ayer que después de su visita a Francisco y a «amigos sindicalistas» italianos se siente «más animado para luchar y trabajar por un país y un mundo mejor, con más inclusión social y respeto por el medio ambiente».