El confinamiento en casa salvo para realizar una serie de actividades limitadas fue anunciado anoche por el primer ministro Leo Varadkar.
Las calles de Dublín estaban hoy mayormente vacías al inicio de dos semanas de cuarentena decretada por el gobierno por el coronavirus, aunque en algunos supermercados y comercios se formaron largas colas pese a las recomendaciones de las autoridades.
El confinamiento en casa salvo para realizar una serie de actividades limitadas fue anunciado anoche por el primer ministro Leo Varadkar, que detalló que las nuevas medidas se adoptaron por temor a que el sistema de salud se vea desbordado en los próximos días por el coronavirus.
Varadkar ordenó a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares, excepto para ir o volver a trabajar, en el caso de empleos considerados esenciales, para ir a comprar comida, acudir a citas médicas, realizar ejercicio no más allá de un radio de 2 kilómetros o por motivos familiares vitales.
También indicó que aquellas personas mayores de 70 años y otras consideradas vulnerables ante la enfermedad, deberán aislarse hasta el próximo 12 de abril.
«Estas son acciones radicales destinadas a salvar el mayor número de vidas posibles en los próximos días y semanas», dijo.
El número de muertos por el virus en Irlanda alcanza ya los 22, según las últimas cifras oficiales divulgadas ayer, cuando se reveló que el total de afectados alcanza los 2.121.
Varadkar apeló hoy a Twitter para desalentar las compras compulsivas luego de que medios del país informaran de largas colas esta mañana frente a supermercados y otros comercios habilitados a seguir operando, en una Dublín por otro lado prácticamente vacía de gente.
«No hay necesidad de hacer todas las compras o el aprovisionamiento esta mañana», escribió el premier.
«Lo de los 2 kilómetros es para hacer ejercicios cerca. Se puede ir más allá de los 2 km para comparar comida y medicamentos. Los suministros están bien. Todos tenemos un papel que jugar al enfrentar este desafío», agregó.
Las nuevas medidas siguen a las adoptadas el pasado martes en el Reino Unido, donde el primer ministro, Boris Johnson, anunció ayer su positivo por coronavirus, junto con el titular de Salud, Matt Hanckock.
El gobierno de Irlanda, un país de 5 millones de habitantes, ya había ordenado a principios de este mes el cierre de escuelas, universidades y bares en todo el país.
El Parlamento adoptó ayer una ley de emergencia, que prevé principalmente un congelamiento de los alquileres, así como créditos de emergencia.
Tras el anuncio de Varadkar, la policía irlandesa ha prometido que desplegará patrullas de alta visibilidad en las calles a fin de «alentar» a los ciudadanos a adherirse a las nuevas limitaciones en la vida pública impuestas por la pandemia.
En conferencia de prensa en Dublín, el jefe de la policía irlandesa, el comisario Drew Harris, dijo hoy que 2.500 agentes estaban desplegados por todo el país para garantizar que las personas cumplan con las nuevas restricciones, informó el diario The Irish Times en su página web.
La policía detendrá a la gente para asegurarse que su viaje sea «esencial» y para ver si portan la identificación correspondiente, y aquellas personas que vean a presuntos infractores deben denunciarlo a la policía, señaló Télam.