Puratich reflexiona sobre la pandemia. El exministro de Salud de Chubut, Fabián Puratich, dialogó con el periodista Rodrigo Mansilla en el programa Invencibles que se emite en FM EL CHUBUT, y recordó el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en Argentina hace cinco años y el impacto que tuvo la pandemia en su vida personal y profesional. Reflexionó sobre aquellos días de incertidumbre, el esfuerzo sanitario y el peso emocional que sigue cargando por las víctimas del COVID-19 en la provincia.
«Traté siempre de transmitir tranquilidad. Nunca me pareció un buen método asustar a la gente», remarcó Puratich, quien aseguró que durante su gestión buscó generar conciencia sin caer en el alarmismo. Sin embargo, reconoció que la situación fue extrema y dolorosa: «Durante mi gestión, 1.732 personas fallecieron en Chubut a causa del COVID-19. Esos números, en los partes, eran nombre y apellido. Es una mochila que no puedo sacar de encima aún».
El exministro rememoró que en Chubut se tomaron medidas antes del decreto nacional, debido a la experiencia previa con el hantavirus: «El 13 de marzo se suspendieron las últimas fiestas populares que había y a partir de las cero horas del 20 de marzo comenzó el ASPO». Además, destacó que antes de esa decisión se realizó una reunión con gobernadores y ministros de Salud donde se presentaron proyecciones «terroríficas» sobre el impacto del virus en Argentina: «Al final, fue terrorífico igualmente, no al nivel que se había planteado en un inicio, pero igual fue una tragedia».
Puratich también compartió un episodio personal que marcó el inicio del confinamiento: «El 20 es el cumpleaños de mi hijo más chico y tenía el pasaje para viajar y pasarlo conmigo en Rawson, pero quedó en su casa en Maitén porque no pudo viajar». Este hecho reflejó la complejidad de vivir la pandemia no solo como funcionario, sino también como padre y ciudadano.
Sobre la preparación sanitaria en Chubut, recordó la estrategia contra el hantavirus, que fue clave para la respuesta al COVID-19: «Nosotros implementamos el aislamiento de contactos estrechos, el uso de barbijos y otras medidas que luego se tomaron a nivel nacional». Explicó que, si no se hubieran aplicado medidas de contención en el brote de hantavirus, «se podría haber transformado en una pandemia, con un virus que tiene una mortalidad superior al 33%».
El exministro también se refirió al impacto emocional que le dejó la pandemia: «Hemos quedado todos marcados. Yo entiendo que me ven como un político porque ocupé un cargo, pero detrás hay una persona, una familia, hijos». Y agregó: «Yo traté de transmitir siempre tranquilidad, pero mientras tanto, a mí me pasaban muchas cosas también».
«La política no aprendió del COVID-19»
Consultado sobre si la política había aprendido algo de la pandemia, Puratich fue contundente: «Lamentablemente, creo que la política no aprendió nada del COVID-19. Se prometió fortalecer los sistemas de salud, se valoró el rol de los trabajadores sanitarios, pero una vez que la crisis pasó, volvimos a la misma historia de siempre. Se sigue viendo la salud como un gasto y no como una inversión».
Finalmente, Puratich expresó su molestia por los cuestionamientos recientes sobre la gestión sanitaria de la pandemia: «Nos costó mucho desde lo sanitario, la idea siempre fue cuidar a la gente», dijo, agregando que declaraciones recientes del presidente y su vocero resultan dolorosas para quienes trabajaron en la primera línea de la crisis sanitaria. «A los que más nos hizo daño la foto de Olivos fue a los que estamos en salud», sentenció.
«Es el día de hoy que hablo de la pandemia y siento un peso en mi espalda que no sé si algún día voy a poder sacar», concluyó con visible emoción.