El ministro de Salud intervino en una reunión virtual de la CGT para ratificar que habrá un auxilio por decreto, tal como adelantó ayer este diario.
El Gobierno confirmó que auxiliará a las obras sociales sindicales con subsidios para compensar la caída de ingresos que sufrirán este mes, en mayo y en junio, producto del bajón económico que ocasionó la cuarentena por el coronavirus. La medida, que había anticipado Ámbito Financiero y que puede representar unos $20 mil millones mensuales, fue ratificada ayer por el ministro de Salud, Ginés González García, a la CGT en medio de una reunión ampliada de su Consejo Directivo por videoconferencia. El funcionario también avisó que entre mañana y el lunes se habrán depositado otros $4.100 millones que se les adeudaban a las entidades de los gremios.
Para el Ejecutivo la ayuda financiera servirá tanto para las prestadoras de salud de los sindicatos como para las clínicas y sanatorios que les brindan servicios y con los que en muchos casos mantienen deudas a partir de la misma crisis. El sector de las obras sociales había reclamado un salvataje por la doble presión que representó la mayor demanda de salud en medio de la pandemia (la prestación de los servicios habituales más la necesidad de pertrecharse para la emergencia), por un lado, y la caída abrupta de los ingresos a partir de la cuarentena, por otro.
En los cálculos de Salud la asistencia puede oscilar los 20 mil millones de pesos por mes. El monto surge de estimar un derrumbe promedio de dos tercios de la recaudación del subsector “solidario” de salud que en febrero, antes de declararse la pandemia, había percibido un total de 34.500 millones de pesos entre aportes y contribuciones. El salvataje verá la luz antes de fin de mes a través de un decreto y se prevé que se hará a través de aportes directos del Tesoro a cada prestadora de los gremios.
A mes vencido, una vez constatada por AFIP la recaudación de abril, mayo y junio, el Gobierno compensará con subsidios el diferencial contra el valor de febrero que oficiará de referencia durante la vigencia del programa. González García tenía proyectada una ayuda similar cuando todavía estaba en pie la idea de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que pusiera a disposición del Ministerio de Salud todos los recursos edilicios y de instrumental de los privados, lo que se descartó tras un intento lobby de las prepagas.
El otro anuncio del ministro, en los escasos tres minutos que duró su participación en la videoconferencia de la CGT, fue que entre el viernes y el lunes deberá ejecutarse un nuevo pago a favor de las obras sociales de $ 4.100 millones de pesos en concepto de trámites pendientes de reembolso por prestaciones de alta complejidad brindadas. Se trata de los denominados expedientes SUR (sistema único de reintegros) que les devuelve a las prestadoras de los gremios el valor de los tratamientos y remedios más costosos mediante un fondo constituido con una porción de sus propios aportes.
Tras un período de tensión entre la central obrera y González García, el funcionario había dado un inicial gesto de conciliación semanas atrás al concertar un primer desembolso por $ 4.800 millones por el mismo concepto. Con ambos pagos, pandemia mediante, el Ejecutivo estaría al día con los gremios al menos en lo relacionado con los reintegros pendientes por tratamientos de alta complejidad. El ministro llegó a escuchar los agradecimientos de la veintena de participantes de la conferencia por Zoom antes de desloguearse para acudir a otra reunión.
“Ginés nos confirmó que se va a trabajar en un decreto para compensar las pérdidas por la caída de recaudación de cada actividad durante abril, mayo y junio. Eso implica que nuestras obras sociales van a poder pagar en tiempo y forma a los servicios y prestadores privados”, explicó a este diario José Luis Lingeri, jefe del gremio de Obras Sanitarias y encargado en CGT de las gestiones del rubro.
Ayer fue la tercera reunión a distancia del Consejo Directivo de la CGT. Una vez más estuvieron a la cabeza los dos cotitulares, Héctor Daer y Carlos Acuña, quienes participaron juntos desde el gremio de Sanidad. Con ellos se encontraban Lingeri, Andrés Rodríguez (estatales, UPCN) y Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), mientras que de modo remoto participaron Omar Maturano (maquinistas de trenes, La Fraternidad), Mario Caligari (colectiveros, UTA), Rodolfo Daer (Alimentación), Aníbal Torretta (municipales porteños), Argentino Geneiro (gastronómicos), Sergio Romero (docentes de UDA), Jorge Sola (personal del seguro), Noé Ruiz (modelos), Héctor Laplace (mineros), Oscar Rojas (maestranza) y Abel Frutos (panaderos), entre otros. También estaban otros dirigentes que no integran el Consejo Directivo pero que fueron invitados como Omar Viviani (taxistas), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Norberto Di Próspero (personal legislativo).