La demanda colectiva, que involucra a miles de demandantes de 40 países, incluidos Reino Unido y EE.UU., se presentó en Florida el mes pasado.
La reclamación legal fue lanzada por Berman Law Group, una firma que emplea como asesor a Frank Biden, hermano del candidato presidencial demócrata Joe Biden. El estratega jefe de la empresa, Jeremy Alters, aseguró que «los líderes de China deben rendir cuentas por sus acciones«. «Nuestro objetivo es exponer la verdad», aseveró, citado por Daily Mail.
Los abogados argumentan que, aunque las naciones tienen inmunidad legal, la ley de EE.UU. contempla excepciones para daños personales o de propiedad y para acciones en el extranjero que impactan a las empresas estadounidenses.
China luchará con uñas y dientes
Un segundo caso, presentado este mes en nombre de los trabajadores de salud, acusa a China de atesorar suministros médicos necesarios para salvar vidas.
El segundo caso lo lleva Shurat HaDin, un centro legal israelí que ha representado a víctimas del terrorismo en todo el mundo. Su representante, Aviel Leitner, sostiene que también lanzará su acción legal en EE.UU. ya que «la mayoría de los demás países temerían el peso económico y la venganza de China».
Los abogados argumentarán que la negligencia y el comportamiento imprudente de Pekín fueron tan graves que, al igual que en un caso del terrorismo, el Estado no puede esconderse detrás de la inmunidad soberana. «China luchará con uñas y dientes. Si se demuestra negligencia, sería una catástrofe para ellos», advirtió Leitner.
El deber de decir la verdad
Entretanto, Geoffrey Robertson, destacado abogado británico de derechos humanos, ha pedido a las Naciones Unidas que abran una investigación sobre los orígenes del covid-19, haciendo hincapié en las graves consecuencias de no abordar el virus en una etapa temprana y en la supuesta distorsión de los hechos por parte del gigante asiático.
«Nuestro bienestar internacional exige un informe independiente y objetivo de este desastre, no para culpar sino para escribir su historia veraz y aprender lecciones», señaló el abogado, agregando que Pekín «sufriría hostilidad internacional y quizás sanciones económicas si se negara a explicar todo lo que ha sucedido». Según el abogado, el país asiático «tiene el deber de decir la verdad a un mundo que ha sufrido tanto».
Pekín no admite encubrimientos
El portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Zhao Lijian, ha rechazado las acusaciones respecto a que el Gobierno de su país haya encubierto información sobre el brote del nuevo coronavirus como el número de muertes.
Al respecto, este viernes durante una sesión informativa, Zhao Lijian dijo que en ningún momento se ocultó información sobre el brote y que Pekín «nunca» permite encubrimientos.
Fuente: RT en español