A sólo 20 días de haberlo anunciado, los investigadores que trabajaron en el desarrollo de un respirador artificial de bajo costo confirmaron que el prototipo pasó todas las pruebas y que podrá comenzar a fabricarse en serie para afrontar la demanda provocada por el avance del coronavirus.
La noticia fue presentada este jueves por los desarrolladores de la firma Inventu, un grupo de profesionales y estudiantes de la Universidad Pública de Rosario que tuvieron a su cargo el proyecto. La iniciativa tuvo el apoyo de la casa de altos estudios, del municipio local, la gobernación santafesina y del Gobierno nacional.
En el anuncio se modificaron las estimaciones de producción proyectadas en un primer momento: de los cien previstos por semana se definió, tras las fases de prueba y el relevamiento de los elementos de fabricación nacional, que podrán hacerse mil en el mismo tiempo.
Ahora sólo resta la aprobación formal de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para iniciar la fabricación en serie.
“Puedo dar fe de que hace 15 días que hay un equipo de rosarinas y rosarinos que no duerme. Y que con una pasión indescriptible se puso un objetivo por delante: poder diseñar un prototipo de ventilador de transición para la afectación específica a la emergencia por coronavirus”, explicó el rector de la UNR, Franco Bartolacci.
La universidad local fue la primera en respaldar a los investigadores con un aporte de dos millones de pesos. Además realizó las gestiones para contar con el apoyo de diferentes niveles del Estado.
Este jueves se confirmó que las pruebas piloto, testeadas por técnicos, ingenieros y profesionales de distintas áreas del sistema de salud, se desarrollaron con éxito.
El anuncio contó con la presencia del ministro de Educación, Nicolás Trotta; del gobernador de Santa Fe, Omar Perotti; del intendente de Rosario, Pablo Javkin, de integrantes de la firma Inventu y de profesionales de la medicina que colaboraron para testear, modificar y aprobar la operatoria del respirador de bajo costo.
“Estamos preparándonos para una situación muy compleja. Y este prototipo sintetiza el esfuerzo colectivo, de los innovadores, de la universidad y de todas las partes”, celebró Trotta.
Roberto Bisso, CEO de Inventu, y Simón Carpman, ingeniero mecánico y uno de los socios de la empresa, explicaron que como parte de los protocolos exigidos por la Anmat debe presentarse un informe de gestión de riesgo que ya está elaborado por las investigadores. Luego el equipo será sometido a pruebas para descartar riesgos y verificar su eficiencia. Si supera ese trámite comenzará, de inmediato, a fabricarse.
Trotta puso a disposición las distintas áreas del Estado para avanzar en la aprobación final del respirador. Perotti aclaró que el ministro de Salud, Ginés González García, está en conocimiento del proyecto desde el comienzo y que prometió, más allá de que deban desarrollarse los testeos sobre la máquina, “actuar como este momento de emergencia requiere”.
Se espera que en los próximos días ya pueda desarrollarse en distintas industrias del país. Los representantes de Inventu -una firma que integran doce estudiantes y egresados de la universidad pública local y que trabaja desde hace ocho años en proyectos de ingeniería mecánica, electrónica y eléctrica- se encargarán de testear y garantizar la calidad de los equipos. La financiación está garantizada por los aportes de los Estados municipal, provincial y nacional.
El respirador está desarrollado para pacientes afectados únicamente por coronavirus. No cuenta, como productos similares que actualmente se utilizan en el sistema de salud, con elementos para asistir a quienes padecen otras enfermedades respiratorias.
Eso permite convertirlo en un equipo de bajo costo, ya que apenas requiere para su montaje de unas 20 piezas. Tiene un valor de entre dos y tres mil dólares contra los veinte o treinta mil dólares que cuestan los que actualmente se comercializan en el mercado.
Para avanzar con el proyecto se evaluó la disponibilidad local de los insumos y piezas requeridos para la fabricación del respirador. En especial por la situación mundial, que entorpece las importaciones. Las pantallas, que son de origen chino, se recibirán gracias a dos envíos que llegan al país cada semana.
Fabricaciones Militares también realizó un significativo aporte acompañando a los desarrolladores por todo el país buscando piezas e industrias que pudieran aportar materiales al proyecto.
Una vez terminado el prototipo, supervisado por profesionales de la salud tanto del sector público como el privado, se lo puso a prueba en los simuladores pulmonares más sofisticados del país. Esta semana se concluyó que los testeos eran exitosos.
Los mil respiradores que podrán sumarse cada semana al sistema sanitario serán clave para enfrentar la emergencia desatada por el Covid-19. Los faltantes en países como Italia o España son los que inspiraron a los desarrolladores a trabajar en un proyecto de estas características.
“Es desgarrador escuchar a médicos tener que decir ‘éste sí o éste no’. El enorme aporte que hoy ponemos a consideración es precisamente un aporte para que tengamos la posibilidad de no tener que decir ‘éste sí o éste no’”, celebró el rector de la universidad de Rosario durante el anuncio.