El Fútbol Club Barcelona está viviendo días movidos en lo institucional tras conocerse en febrero que la institución contrató a una empresa, I3 Venture, para apuntar contra el prestigio de los jugadores del plantel a través de las redes sociales, y en las últimas horas se supo que no fue la única y que, entre ellas, aparecen algunas firmas argentinas.
Según informó el diario catalán Sport, en el segundo semestre del año pasado los responsables de La Masia recibieron del departamento de administración del club unos documentos para analizar la cuentas, y allí se encontraron con el desembolso de 99.000 euros a un proveedor desconocido, que no estaba previsto en el presupuesto. La beneficiada era Tantra Soft SA, una empresa servicios de consultores en informática y tecnología fundada en Buenos Aires en el 2007.
En 2009 fue nombrado Director Suplente de la organización el uruguayo Carlos Rafael Ibáñez Constantino, señalado este lunes por el programa radial catalán Què t’hi jugues por tener una estrecha relación con otras cuatro sociedades ligadas al escándalo blaugrana.
Las empresas citadas son la española NGC Social Science Venture SL; la uruguaya Futuric SA y las argentinas Digital Side SA y Big Data Solutions SA. Todas ellas se repartieron el trabajo en La Masia, Barsa Innovation Hub, Actius Digitals, Patrocinis, Mitjans de Comunicació y Fundació FCB, todos departamentos del club. Y además se supo que, si bien fueron contratadas oficialmente en el 2018, trabajaban para el equipo desde finales del 2017.
El principal apuntado ante el Barçagate es Jaume Masferrer, el jefe de gabinete de presidencia, quien fue apartado de su cargo mientras la auditoría de Price Waterhouse Coopers (PWC) esté en curso.
El ya mencionado diario Sport asegura que los directivos no tuvieron conocimiento de estos contratos y actividades hasta que Radio Barcelona destapara el escándalo, lo que ha provocado la renuncia en bloque de seis de ellos por falta de confianza con la gestión del club.
Fuente: MDZ