Argentina registró en marzo pasado una inflación del 3,3 % y quebró así la tendencia a la desaceleración de los últimos meses, con precios al consumidor que cobraron nuevo impulso en medio de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia del coronavirus.
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de precios al consumidor se incrementó en marzo un 48,4 % en términos interanuales y acumuló en el primer trimestre del año un alza del 7,8 %.
La variación del 3,3 % en comparación con febrero muestra una ruptura en la curva de desaceleración de los precios que se había verificado en los tres meses previos.
Esta aceleración de la inflación se dio en un mes marcado por la irrupción de la pandemia de COVID-19: Argentina reportó su primer caso el 3 de marzo, unos 10 días después comenzaron las primeras restricciones y el día 20 se decretó el aislamiento obligatorio para toda la población, que regirá, en principio, hasta el 26 de abril.
Las medidas de estricto aislamiento han supuesto notables cambios en el consumo, con compradores cautivos de los comercios de cercanías, y algunos problemas en la distribución, factores que han impulsado al alza los precios de alimentos y bebidas.
Según el informe del Indec, estos últimos registraron en marzo un alza del 3,9 % en comparación con febrero y del 51,3 % en términos interanuales, un dato con impacto social, ya que el costo de la cesta básica de alimentos en combinación con una caída en los ingresos familiares por las medidas de aislamiento determinarán un aumento en el nivel de pobreza, que ya era del 35,5 % en el segundo semestre de 2019.
PRECIOS MÁXIMOS Y CONTROLES
Ante los primeros aumentos apenas iniciada la cuarentena, el Gobierno de Alberto Fernández dispuso un sistema de precios máximos para bienes de primera necesidad y fuertes controles en supermercados y otros comercios de cercanías.
«Hubo un incremento inicial de los precios en marzo a raíz de las mayores complicaciones en la actividad económica, pero los controles han tenido importantes resultados», dijo este miércoles el ministro de Desarrollo Productivo argentino, Matías Kulfas.
Con todo, admitió que en los comercios de proximidad sí ha habido aumentos «significativos», mientras que en los supermercados, «si bien hubo algunos desvíos puntuales», los precios retrocedieron luego en línea con las listas de valores máximos.
«No hay motivos objetivos para justificar aumentos de costos que se trasladen los precios minoristas», aseveró el ministro en declaraciones radiales.
ALZA DEL DÓLAR, ¿MÁS INFLACIÓN?
Los precios al consumidor en Argentina han subido fuertemente en 2018 (47,9 %) y 2019 (53,8 %) en un escenario de grandes turbulencias financieras y sucesivas escaladas en la cotización del dólar estadounidense que rápidamente se trasladaron a todos los precios de la economía.
Ahora, con una economía en recesión desde hace dos años y que profundizará su caída por los efectos de la pandemia del coronavirus, el precio del dólar en los circuitos alternativos al mercado oficial ha vuelto a recalentarse, tocando máximos históricos de 110 pesos por unidad.
Varios expertos han advertido en los últimos días que esta nueva escalada, que relacionan con la fuerte emisión monetaria por parte del Banco Central y la creciente desconfianza inversora respecto del rumbo de la economía, podría acelerar aún más la inflación.
El presidente del Banco Central argentino, Miguel Pesce, negó sin embargo que la mayor emisión de pesos para asistir al Tesoro y favorecer los préstamos bancarios tenga efectos inflacionarios.
«Veníamos en una economía en recesión, con un estancamiento muy prolongado, así que creíamos que la expansión del crédito y de la cantidad de dinero no tenía que tener efectos inflacionarios y menos los va a tener ahora en una economía que se deprime por la propia imposibilidad de que la gente vaya a trabajar», argumentó.
Pesce sostuvo que el dinero que se inyecta es para sostener el nivel de actividad y recordó que las tarifas de servicios públicos están congeladas, el tipo de cambio oficial «no tiene movimientos importantes» y los salarios tampoco, «así que no tendría que haber ninguna razón para que haya niveles inflacionarios importantes».
Las últimas proyecciones privadas que recaba mensualmente el Banco Central calculan que la inflación será del 40 % en 2020, aunque algunos expertos proyectan tasas más altas, de entre el 45 % y el 50 %.
DIFICULTADES PARA MEDIR PRECIOS
En su informe de este miércoles, el Indec señaló que debido a la pandemia global de COVID-19, «que alteró el normal desarrollo de los relevamientos presenciales de todas las oficinas de estadística del mundo», se «alteró el normal desarrollo de los operativos de campo» del organismo, incluido el del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Explicó que si bien la metodología del IPC contempla el tratamiento de los precios faltantes y no observados, el Indec «avanzó intensa y anticipadamente en la captura de datos y análisis de relevamiento por vías no presenciales tales como la consulta telefónica, el correo electrónico y la modalidad online con los informantes».
Fuente: El diario.es