El tenor italiano ofreció una presentación íntima ante Donald Trump, Melania y legisladores republicanos, en un evento sin acceso a la prensa
Andrea Bocelli protagonizó una noche única en la Casa Blanca, donde brindó un recital privado en el Salón Este ante el presidente estadounidense Donald Trump, la primera dama Melania y una extensa comitiva de legisladores republicanos.
El encuentro, realizado bajo estricta reserva, volvió a poner sobre la mesa el vínculo cercano entre el mandatario y el célebre tenor italiano. La información fue difundida por Radio3.
Un evento exclusivo y de perfil reservado
La velada comenzó con palabras de Trump, quien presentó a Bocelli ante los invitados con énfasis en su talento excepcional. “Vamos a escuchar una voz, la voz de un ángel”, destacó el presidente antes de resaltar la reciente actuación del artista en el Kennedy Center, en el marco del sorteo del Mundial 2026.
El espectáculo reunió a la totalidad de los representantes republicanos de la Cámara baja y a varios senadores aliados, configurando un encuentro político-cultural de alto perfil, aunque estrictamente puertas adentro: la prensa no tuvo acceso al concierto ni a la ceremonia previa.
Una relación que se consolida
Esta fue la segunda visita del tenor a la Casa Blanca en menos de dos meses. El 17 de octubre ya había ofrecido una presentación íntima en el Despacho Oval, ocasión en la que compartió un momento personal con el mandatario.
Durante sus palabras, Trump también recordó a figuras emblemáticas de la lírica que considera parte de su círculo cercano, mencionando especialmente al fallecido Luciano Pavarotti, cuya influencia —según expresó— forma parte de su aprecio por el repertorio operístico.
Arte, política y un encuentro que vuelve a generar repercusión
La presencia de Bocelli en un evento exclusivo dentro de la residencia presidencial reavivó el interés sobre la relación entre el mundo artístico y la política estadounidense. En un contexto en el que la administración impulsa encuentros culturales selectivos, este concierto vuelve a marcar la intersección entre diplomacia, arte y estrategias de imagen pública.
Con un recital íntimo y cargado de simbolismo, Andrea Bocelli sumó otro capítulo destacado a su vínculo con la Casa Blanca, mientras la administración Trump continúa reforzando eventos culturales de corte exclusivo.




