Por Víctor Fratto, Especialista en Áreas Protegidas, Comunicación Estratégica y Desarrollo Sustentable
En medio de la pandemia de COVID-19, los murciélagos vuelven a estar en el ojo de la tormenta. En momentos en que injustamente son considerados dañinos o plagas, se hace imperativo poner en relieve el importante rol que estos animales cumplen en la naturaleza y cómo afecta esto a nuestras vidas.
En Argentina hay 67 especies de murciélagos que se distribuyen por todo su territorio, menos en la Antártida. Para la provincia del Chubut se conocen 10 especies, de las cuales algunas son muy comunes y otras no tanto, como el Murciélago escarchado que recién en 2019 se lo incorporó a la lista de los murciélagos de Chubut.
Dependiendo del lugar de la provincia en que se encuentren, pueden utilizar distintos tipos de refugios, techos de algunas casas, grietas en estructuras construidas por el hombre (muros, puentes, etc.), huecos en troncos de árboles o cuevas.
Son los únicos mamíferos con capacidad para volar. El tamaño es variable a lo largo del mundo, pero en general son bastante pequeños. Los que viven en nuestra provincia tienen un peso que va desde los 4 a 25 gramos (la llave de una puerta pesa 25 gr aproximadamente).
¿QUÉ COMEN?
Insectos, frutas, néctar de las flores, pequeños animalitos y sólo tres especies se alimentan de sangre. Sí, los vampiros existen, viven desde el norte de Argentina hasta México (no los hay en Chubut) y su alimentación se basa en sangre de grandes aves y otros mamíferos, en cantidades tan pequeñas que no afectan al animal del que se alimentan, menos de 10 mililitros.
Las especies insectívoras ejercen una importante actividad reguladora de las poblaciones de insectos perjudiciales para la agricultura o que son transmisoras de enfermedades al hombre (malaria, fiebre amarilla). Es por ello que los murciélagos son excelentes controladores biológicos de plagas.
Muy pocas especies de murciélagos son carnívoras. Las presas son principalmente aves, reptiles y otros mamíferos como ratones, y también hay murciélagos especializados en capturar peces. Los que se alimentan de néctar visitan flores que se abren durante la noche siendo los únicos polinizadores de algunas especies de plantas. Los frugívoros se alimentan de una gran variedad de frutos, la mayoría no comestibles por el hombre, contribuyendo a la dispersión de las semillas, y por lo tanto a la regeneración de los bosques.
Todos los que viven en Chubut se alimentan de insectos.
CURIOSIDADES DE ALGUNOS DE NUESTROS MURCIÉLAGOS
El Moloso común tiene la capacidad de volar soportando más de su propio peso en carga. Esto lo sabían los norteamericanos que durante la Segunda Guerra Mundial ensayaron colocar pequeñas bombas incendiarias a los murciélagos de esta especie con el fin de atacar objetivos japoneses. Por suerte, la experiencia no fue más allá de los ensayos. En Chubut se lo encuentra en toda la provincia, salvo en el sudoeste (Senguer, Rio Mayo).
El Murciélago orejón austral y el Murcielaguito de Chile pueden resistir temperaturas bajo cero. Sobreviven gracias a que la mayor parte del año están hibernando. No solo habitan nuestra provincia, sino que se los puede encontrar también en Tierra del Fuego.
Otros murciélagos orejones, como el Orejón chico y el Orejón grande llaman la atención por el desproporcionado tamaño de sus orejas, que son mucho más grande que sus cabezas. Las orejas de los murciélagos intervienen en el proceso de ecolocalización que utilizan para “ver” a través de sonidos, algo similar a los que hacen los delfines, lo cual no significa que los murciélagos sean ciegos.
A los murciélagos Escarchado y Rojizo los hallamos en los bosques de la cordillera. Se alimentan de polillas cuyas larvas pueden afectar seriamente la agricultura.
Por último, el Moloso pigmeo, es habitante del norte y la mesopotamia de Argentina, sin embargo el Museo Británico de Historia Natural de Londres tiene en su colección un ejemplar que figura como colectado en la provincia del Chubut. Es tan pequeño que pesa lo mismo que una moneda de 2 pesos.
MURCIÉLAGOS Y VIRUS
Los murciélagos pueden ser portadores de virus y transmitirlos al humano cuando éste entra contacto directo con ellos, cuando se alimenta de ellos o de otras especies que tuvieron contacto con un murciélago infectado. No todos los murciélagos son portadores. Ni tampoco los murciélagos vienen por nosotros, sino que es el ser humano el que va por los murciélagos. Además, los murciélagos no son los únicos animales silvestres que pueden portar una enfermedad.
En Chubut, muchas personas aún comen peludos. Sin embargo en un estudio reciente hecho en la provincia de La Pampa sobre 150 peludos (Chaetophractus villosus) se encontró que la mitad portaban enfermedades transmisibles a animales domésticos y humanos como la tuberculosis bovina, neosporosis, hidatidosis, brucelosis, toxoplasmosis, leptospirosis y varias especies de parásitos.
La fauna silvestre no es plaga, están en nuestro ambiente mucho antes que nosotros y cada uno con un rol importante en la naturaleza. La deforestación por tala o fuego, la caza indiscriminada y la contaminación son el camino a la extinción de muchas espacies. Quizás, también la nuestra.
¿QUE HACER SI ENCUENTRO UN MURCIÉLAGO?
Nunca agarrarlo con la mano. Si está vivo dentro de la casa, dejarle una vía de escape al exterior. No hace falta matarlo, se lo pude llevar hacia una puerta o ventana con una escoba, por ejemplo. Si esta caído en el suelo, se le puede colocar encima algo para taparlo, como una caja, lata o frasco y comunicarse con la Dirección de Veterinaria y Zoonosis.
Trelew: 4420190, Puerto Madryn 447-3367, Rawson 448-1990, Comodoro Rivadavia 406-0627, Esquel 15691623.
Fuente: El Chubut