En Chubut un funcionario público, que con solo oír una sola entrevista, denota de manera expresa su megalomanías y es quien ha dirigido y maltratado, de manera ostensible, a todos los chubutenses y ¿por quién fue designado? por un gobernador inexistente, producto de su antropofagia, delegando así todas las decisiones, en el marco gravísimo de una pandemia mundial, a alguien que no está capacitado y sufriría delirios de dictador, esto no podía tener otro resultado que el que tuvo.
Además, de haber hecho un circo en cada una de sus acciones, solo donde hay prensa y en las ciudades grandes, nunca lo vimos en el interior profundo ni en las fronteras colador de la Provincia. Su jurisdicción se subsume a las ciudades grandes y siempre que haya alguien filmándolo (abre la heladera y da una entrevista). Después del circo, lo más grave: apremios ilegales, detenciones indebidas, violaciones de domicilios, supresión de garantías constitucionales, secuestro de bienes por fuera de la norma, policías matando perros y una larga lista (muy parecida a la de la época más oscura de Argentina).
Y acá, seguramente todos pensamos «no se preocupen Chubut tiene a los representantes y funcionarios adecuados para que puedan intervenir en semejante atropello». Hablo de diputados, defensores, secretarios de derechos humanos, fiscales, jueces, intendentes, entre otros.
¡NADA FUNCIONÓ! Tuvo que venir nuevamente papá NACIÓN a resolver nuestro conflicto. De esta manera, en el día de ayer intervino la Secretaria de Derechos Humanos de Nación para que en Chubut se respete nada más y nada menos que la constitución.