La startup biotecnológica localizada en España Biome Makers, especializada en técnicas de secuenciación genética y computación que analizan el microbioma del suelo, ha desarrollado una prueba genética alternativa a la PCR, y ha creado un sistema que «multiplica por diez la capacidad para realizar y analizar tests de detección de COVID-19».
«Ahora que estamos empezando a controlar la aparición de la enfermedad e iniciando la vuelta a la normalidad con la desescalada del confinamiento y la apertura de la actividad económica es necesario disponer de herramientas de análisis epidemiológicos de la población. Ante la dificultad para analizar rápidamente millones de muestras, creemos que nuestra responsabilidad es utilizar nuestro conocimiento técnico para responder al brote pandémico y aportar soluciones que permite retornar a la normalidad con seguridad y confianza», explica Adrián Ferrero, cofundador de Biome Makers.
La prueba genética alternativa a la PCR que ha desarrollado incrementa la capacidad de detección del SARS-CoV-2. Esto permitirá identificar y limitar la transmisión de personas asintomáticas y prevenir la aparición de nuevos repuntes de infección, especialmente después de que se hayan suspendido en todo el mundo las prácticas sociales para contener la propagación inicial de la enfermedad. Por esa razón, Biome Makers ha adaptado su sistema de secuenciación múltiple y dirigida en microbioma, para detectar el SARS-CoV-2.
La startup ha trabajado en sus sedes de Sacramento (California) y Valladolid para lograr desarrollar la prueba genética en menos de tres meses. «En España existen alrededor de 150 secuenciadores y si se dedicaran a esto a pleno rendimiento se podrían realizar 200.000 tests al día», afirma Adrián Ferrero.