En Estados Unidos, donde ya se registran cerca de 98.000 muertos y más de 1,6 millones de infectados, mucha gente aprovechó el feriado por el Día de los Caídos y se volcó en masa a playas, parques, bares y zonas comerciales.
Mientras las imágenes de playas, bares y calles abarrotadas en Europa y Estados Unidos demostraron hoy que las medidas de precaución se cumplen parcialmente en las reaperturas, en América latina las cuarentenas se mantienen con fuerza en partes de Brasil, Chile, Perú, Ecuador y la Argentina ante el crecimiento de casos y muertos por coronavirus.
En Estados Unidos, donde ya se registran cerca de 98.000 muertos y más de 1,6 millones de infectados, mucha gente aprovechó el feriado por el Día de los Caídos y se volcó en masa a playas, parques, bares y zonas comerciales.
Muchos lo hicieron sin barbijo y casi siempre sin cumplir el distanciamiento recomendado por las autoridades y los expertos.
En el sureño estado de Florida, en la zona de Tampa, en la costa del Golfo, las aglomeraciones fueron tan grandes que las autoridades cerraron parques para dispersarlas, según el canal CNN.
En Missouri, la gente desbordó restaurantes y bares en el embalse del Lago de las Ozakars, un popular destino turístico.
En California, en cambio, las autoridades dijeron que la mayoría de las personas cumplió y usó mascarillas y mantuvo la distancia social en sus salidas por el estado.
En la costa este, muchas playas abrieron en el estado de Carolina del Sur, aunque solo para nadar, correr y otras actividades, no para tomar sol.
En los países europeos más golpeados por la pandemia, las escenas de aglomeraciones también se repitieron.
En España, Madrid y Barcelona empezaron este lunes una relajación progresiva del confinamiento con la reapertura de bares y restaurantes, y eso se tradujo en un mayor tránsito y bullicio en las dos principales ciudades del país.
Al mismo tiempo, en algunas regiones como el norteño País Vasco, niños y adolescentes regresaron a la escuela en grupos reducidos.
En Italia, en tanto, las imágenes de calles abarrotadas de jóvenes celebrando el final de la cuarentena total a la noche llegó a encender alarmas en el gobierno nacional.
«Entiendo a los jóvenes, pero no podemos anular los esfuerzos hechos; si siguen así corremos el riesgo de no poder abrir las fronteras entre regiones», advirtió el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia, en una entrevista que publicó hoy el diario La Stampa.
En total, la pandemia registra casi 3,5 millones de contagiados y cerca de 345.000 muertos por coronavirus en el mundo, según la Universidad Johns Hopkins.
La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud OMS), María Neira, destacó hoy que la pandemia sigue creciendo en el mundo a un ritmo acelerado de alrededor de 100.000 casos diarios y las regiones en donde la curva de contagio sigue en claro y rápido ascenso son el sudeste asiático, Europa, Medio Oriente, Asia central y, especialmente, América, el continente epicentro desde hace un tiempo.
Mientras el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos informó hoy de una inusual caída del número de muertos diarios -620 frente a los 1.047 de ayer, según la agencia DPA-, en gran parte de América latina los números siguen creciendo con fuerza.
En Chile, con protestas en los barrios populares de Santiago en reclamo de trabajo y alimentos, el país volvió a registrar hoy un récord diario de más de 4.800 casos de coronavirus, lo que elevó el total a casi 74.000, con 761 muertos.
El país vecino decidió reinstalar una cuarentena dura en la zona metropolitana de la capital por el aumento de los casos y muertos, y hoy el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, reiteró un de los datos más preocupantes de la situación actual: «El estado de nuestras unidades de cuidados intensivos están al límite».
En tanto, en Brasil, el segundo con más casos en el mundo con más de 363.000 infectados, uno de los expertos que asesora al gobierno de San Pablo, el distrito epicentro del brote de coronavirus en el país, pidió hoy endurecer aun más la cuarentena, pese a las presiones del presidente Jair Bolsonaro por reabrir la economía.
«No es el momento de flexibilizar la cuarentena, es necesario aumentar el aislamiento social», explicó el médico Paulo Rossi Menezes, miembro del Comité de Contingencia del Coronavirus de San Pablo, en una entrevista con CNN, citada por la agencia de noticias ANSA.
Apenas ayer, la cartera de Salud del estado había informado que las unidades de terapia intensiva del Gran San Pablo se acercaban a una ocupación del 92%, mientras en todo el estado ya superaban el 75%.
Mientras Ecuador aún tiene gran parte de su país en rojo, el color del sistema de semáforo que demanda continuar las medidas de aislamiento social, en Perú, el presidente Martín Vizcarra extendió hoy el estado de emergencia nacional hasta el 30 de junio, según el diario local El Comercio.
Esto significa, por ejemplo, la inmovilización total durante los días domingos y una reducción de los horarios de toque de queda, que aún regirá durante la noche y parte de la tarde.
Una situación muy distinta mostraron hoy Uruguay y Paraguay, dos países que no registran números tan grandes de contagios y muertos por coronavirus, y que, por lo tanto, continuaron sus reaperturas.
Paraguay entró en su fase 2 de la cuarentena con la reapertura de comercios, mientras en las calles de Uruguay cada vez se ve más gente, aunque el gobierno volvió a endurecer los controles en las zonas fronterizas por miedo a un aumento de casos importados, especialmente desde Brasil, un temor que también existe en Paraguay.