Suramérica centró este miércoles la atención mundial por la rápida propagación del coronavirus en países como Brasil, Perú y Ecuador, naciones que contribuyeron a que se reportara la mayor cifra diaria de nuevos casos en el mundo desde que comenzó la pandemia.
“En las últimas 24 horas, 106.000 casos fueron reportados a la OMS -la cifra más alta en un solo día desde el inicio de la pandemia”, advirtió el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom.
Con este récord, la cifra de contagios globales de COVID-19 confirmados llegó a 4,76 millones y la de fallecidos supera los 317.000, con una preocupante tendencia al alza de casos diarios, impulsada sobre todo por el avance de la pandemia en países de América como Brasil y Perú, además de Estados Unidos.
Datos de la Universidad Johns Hopkins indican que Estados Unidos sigue siendo el país más afectado del mundo, al reportar alrededor de 1,5 millones de contagiados y más de 93.000 fallecidos.
La peor situación dentro de Estados Unidos la vive el estado de Nueva York, considerado el epicentro mundial de la pandemia por registrar más de 354.000 enfermos y 28.600 fallecidos.
Dentro del continente, los países más impactados después de EE.UU. son Brasil (más de 291.000 infectados y unos 18.800 fallecidos), Perú (más de 104.020 casos y 3.024 decesos), Canadá (unos 81.000 contagiados y 6.100 muertos), México (más de 54.000 casos y 5.600 fallecidos) y Chile (53.617 infectados y más de 540 defunciones).
Tras ellos se ubican Ecuador (más de 34.800 enfermos y 2.888 defunciones), Colombia (17.600 contagios y 630 muertes) y República Dominicana (más de 13.000 enfermos y 446 fallecimientos).
Con esto, el continente supera los 2,2 millones de casos y las 131.000 muertes. Unos 580.000 de esos contagios y 32.000 fallecimientos corresponden a Latinoamérica.
BRASIL Y PERÚ, CON LA PEOR SITUACIÓN
Brasil, epicentro latinoamericano de la enfermedad y tercer país del mundo con mayor número de infectados, se consolidó como uno de los focos globales de la crisis sanitaria después de superar en la víspera el millar de fallecidos diarios por primera vez.
Este miércoles se informó de 888 muertes en las últimas 24 horas, lo que elevó el balance total de fallecidos hasta 18.859, mientras que el número diario de contagios alcanzó un nuevo máximo de casi 20.000.
Perú también muestra una tendencia preocupante y este miércoles superó los 100.000 casos y los 3.000 fallecidos desde que se desató la epidemia por COVID-19, lo que ha convertido al país en el segundo más golpeado por la enfermedad en Latinoamérica, detrás de Brasil.
Al sumar 4.537 casos en las últimas horas, la cifra de infectados llegó a 104.020 personas, mientras que el reporte de 110 nuevos decesos elevó la cifra total de fallecidos a 3.024.
Asimismo, Argentina, que cumple este miércoles dos meses en cuarentena, está entrando a la etapa más difícil a la espera del pico de casos de coronavirus (tiene 8.809 casos y 394 defunciones) mientras se profundiza la crisis económica y se agota el plazo para no caer en suspensión de pagos.
Ecuador, por su parte, sumó 49 muertos en las últimas 24 horas, con lo que elevó su cifra oficial de decesos a 2.888, mientras que el número de contagios es de 34.854, con 703 nuevos casos positivos.
Pese a esas cifras, la ciudad de Guayaquil, capital de Guayas y urbe más castigada por el COVID-19 en el país, inició tímidamente este miércoles su proceso de reactivación, lo que le permite la apertura de comercios y la ampliación del servicios de transporte público, entre otros.
En Chile, sin embargo, se prolongó hasta el 29 de mayo la megacuarentena que rige en Santiago desde la semana pasada y que mantiene confinadas en sus casas a cerca de 7 millones de personas, tras reportar este miércoles un nuevo récord de muertes y contagios diarios.
En las últimas 24 horas se registraron 4.038 casos nuevos de COVID-19 y 35 muertes, la mayoría de ellos en la capital. También aumentó a 758 el número de pacientes que requieren ventilación mecánica, mientras que la capacidad hospitalaria de la capital sigue bajo mínimos.
EL CARIBE SE RELAJA
Mientras la tensión crece en Suramérica, los pequeños territorios del Caribe van retomando lentamente la normalidad con la apertura de algunos sectores económicos y de las playas, en un área donde el COVID-19, según los reportes oficiales, no ha castigado a la población tanto como en otras partes del mundo.
Jamaica, con 520 contagiados y 9 muertes, también avanza en el proceso de vuelta a la normalidad y, en esa línea, permitió la apertura de bares –claves para la economía local- bajo algunos requisitos sanitarios.
Mientras en el archipiélago atlántico de Bermudas, con 125 contagiados y 9 muertos, el Ejecutivo permitirá en los próximos días la apertura de barberías y salones de belleza, aunque con limitaciones.
La vuelta a la normalidad también se ha planteado en otras zonas de América, como Ciudad de México, foco rojo de la pandemia de COVID-19 en el país con casi 1.500 fallecidos y más de 15.000 contagios y que prevé iniciar su propio plan gradual de reapertura económica y social el 15 de junio, aunque su puesta en marcha dependerá del grado de ocupación hospitalaria.
DEBATE DE LA CLOROQUINA
En medio del avance de la pandemia, el debate sobre el uso de la cloroquina sigue marcando la agenda en el continente.
Por un lado, el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro se ha aferrado a ese medicamento como tabla de salvación y recomendó este miércoles su uso para tratar a pacientes con síntomas leves de COVID-19, pese a que su eficacia aún no ha sido demostrada en la lucha contra el virus y a las dudas expresadas por importantes asociaciones médicas.
Una controversia similar se mantiene en EE.UU., donde el presidente Donald Trump reveló el lunes que desde hacía un par de semanas tomaba a diario hidroxicloroquina y zinc de manera preventiva, aunque aseguró que no tenía síntomas de la enfermedad.
Durante semanas, Trump ha exaltado las virtudes de la hidroxicloroquina, un medicamento utilizado contra la malaria, el lupus o la artritis severa, que se ha recetado a muchos pacientes del coronavirus en todo el mundo, pero que aún forma parte de ensayos clínicos.