El empresario santacruceño Lázaro Báez dejó esta noche del penal de Ezeiza, donde estuvo preso durante cuatro años y cinco meses, y fue trasladado a un domicilio en el que permanecerá bajo la modalidad de arresto domiciliario y que aún se mantiene bajo estricta reserva, según confirmaron fuentes judiciales.
Las versiones de que Lázaro Báez dejaría la cárcel para ser trasladado a otra dirección circularon con fuerza desde la tarde del miércoles. Después del intento frustrado para ingresar al barrio privado Ayres del Pilar, donde el lunes por la noche los vecinos de la zona le prohibieron el acceso en un episodio cargado de tensión, la Justicia negoció con los abogados del empresario para que el operativo ocurriera con la mayor discreción posible. Según fuentes del Tribunal Oral Federal Nº 4, el domicilio se mantendrá reservado «por razones de seguridad».
En medio de la indefinición y ante las versiones que circularon señalando que Báez podría ser derivado en secreto a un departamento de su propiedad en la calle O’Higgins, en el barrio de Belgrano, un grupo de vecinos se concentró en la esquina de esa calle y La Pampa, con cacerolas, para expresar su repudio y rechazar la posibilidad. Algo similar ocurrió en el barrio Ayres del Pilar, donde los vecinos se organizaron nuevamente para impedirle el acceso.
Lázaro Báez estuvo detenido con prisión preventiva durante cuatro años y cinco meses. El TOF 4, integrado por los jueces Néstor Costabel, Daniel Obligado y Jorge Gorini, le concedió la prisión domiciliaria, en cumplimiento de un fallo emitido este lunes por la Cámara Federal de Casación Penal, que consideró el tiempo que llevaba preso sin condena, el hecho de que los fiscales no se opusieron a su libertad y que ya tenía el arresto domiciliario concedido.
El dueño de Grupo Austral pidió ser excarcelado en numerosas oportunidades durante los últimos cuatro años. Esa posibilidad recién comenzó a tomar consistencia a mediados de julio, por un fallo de la Cámara de Casación. Sin embargo, el tribunal le impuso una fianza de 632,5 millones de pesos para permitirle salir del penal de Ezeiza.
El empresario sostuvo, a través de sus abogados, que «le era imposible» pagar ese monto, y la Justicia se debatió -mediante una serie de fallos que firmaron a lo largo de un mes tanto el TOF N°4 como la Sala IV de la Cámara de Casación- si correspondía bajar la cifra de la caución para que sea excarcelado o concederle el arresto domiciliario, sin fianza. En el medio, la cifra fue reducida a la mitad, en $386,5 millones. La defensa de Báez volvió a pedir que se le concediera la prisión domiciliaria porque, dijeron, no podían pagar la caución.
Báez estuvo detenido desde abril de 2016, cuando ordenó su prisión preventiva el juez federal Sebastián Casanello, que investigó el caso conocido como «la ruta del dinero K», una causa en la que el dueño de Austral Construcciones es el principal acusado de un presunto lavado de casi 60 millones de dólares. El juicio de esa causa, que comenzó en 2018, ahora se acerca a su tramo final. Las querellas y la fiscalía ya pidieron penas para los acusados y los jueces del TOF 4 deberán dictar sentencia cuando finalice la etapa de alegatos de las defensas.
Fuente: La Nación