La brecha digital mostró su extensión y confirmó desigualdades preexistentes ante la situación que impuso la pandemia, que obligó a suspender la presencialidad en las aulas y confinó el proceso educativo a la virtualidad.
A seis meses de la implementación de la educación a distancia como único mecanismo para garantizar la continuidad pedagógica de millones de alumnos argentinos, funcionarios y especialistas señalaron que el sistema «respondió con celeridad y compromiso» de cada uno de sus actores pero la conectividad fue el elemento distintivo de las desigualdades que ya existían en el área educativa.
De acuerdo a los datos de la Encuesta de Evaluación sobre la continuidad pedagógica, 65% de los alumnos de nivel primario que asisten a escuelas privadas se encuentra en condiciones óptimas de conectividad frente al 38% de las estatales que sólo logra conectarse a través del celular, valor que en el el sector privado es de 8%.
En tanto, el 25% de los hogares no tiene acceso fijo a Internet y un tercio de ellos donde viven niñas, niños y adolescentes que cursan en escuelas públicas primarias y secundarias carecen de recursos para la continuidad pedagógica.
El investigador y escritor Emilio Tenti Fanfani dijo a Télam que tener conectividad en tiempos en que millones de alumnos están fuera de las aulas se convirtió en «la garantía del derecho a la educación» en este contexto de pandemia, por lo que instó a los gobiernos a dejar la inversión en obras públicas y apostar fuertemente al área educativa con dotación de conectividad con banda ancha.
El investigador de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE) y profesor de Sociología de la Educación de la UBA, calificó como «catástrofe educativa» la pérdida de la presencialidad y aseguró que en en esa situación «pierden los que antes ya perdían, los sectores más desfavorecidos» .
Sonia Alesso, jefa de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), destacó en diálogo con Télam que «hemos visto un esfuerzo de docentes para llevar adelante la educación en contextos de pandemia en situación inédita, en momentos donde ocurre la mayor concentración de pibes en el mundo sin ir a la escuela, de unos 1.500 millones de chicos».
«En este contexto de tanta complejidad, seguimos trabajando a pesar de todo en múltiples formas por medio de la computadora, con celulares, con fotocopias con cuadernillos, aún en provincias con mucho nivel de contagio y repartiendo el material casa por casa a los chicos», sostuvo Alesso.
Los datos de la evaluación a docentes sobre la continuidad pedagógica son contundentes: en el nivel secundario el 40% de los docentes informó tener hasta 100 estudiantes a cargo, 32% entre 101 y 200, 22% entre 201 y 300, y 6% más de 300 estudiantes a cargo.
Además, casi la mitad de las y los docentes (46%) logró adecuar la propuesta de continuidad pedagógica en una y dos semanas, y alrededor del 30% desde el inicio. Por otra parte, 20% de las y los docentes indicaron que la adaptación les llevó un mes aproximadamente