Carmen Acosta decidió atravesar el país para despedirse de su madre de 81 años, enferma de cáncer terminal, pero al llegar a Chaco le negaron el ingreso y tuvo que regresar a Santa Fe. Finalmente, en la tarde de hoy logró ingresar a Formosa.
Desde hace cinco días, Carmen Acosta, su sobrina y un bebé de dos años dormían en una estación de servicio de Santa Fe esperando una autorización para ingresar a la provincia de Formosa. “Mi mamá se está muriendo y cada minuto es una pérdida”, había expresado.
En el mes de marzo a su madre le diagnosticaron un cáncer terminal de médula. Desde ese momento pidió autorización al Gobierno de Formosa para ingresar a la provincia y darle el último adiós. Pero hasta el momento no había obtenido respuestas. Carmen Acosta es una docente formoseña que hace tres años trabaja en el colegio Don Bosco de Rawson, Chubut, informa Jornada.
Al no recibir respuesta a las solicitudes enviadas al Gobierno formoseño por más de siete meses, ella, su sobrina y una bebé de dos años salieron de su casa en Rawson hacia Formosa, con la esperanza de reencontrarse con su madre de 81 años, que hace 10 días fue internada con un cuadro de salud muy delicado.
“Manejé 3 mil kilómetros hasta Formosa para poder despedirla. Pero al llegar a Resistencia, Chaco, me dijeron que como no tengo la autorización, aun presentando una historia clínica y diciendo que mi mamá se está muriendo, no me permitieron ingresar”, contó Acosta en Cadena Tiempo.
Luego de que estar casi una semana varadas, a las 18 de hoy lograron finalmente ingresar a la provincia del norte argentino y en pocas horas estará reunida con su madre.