La revelación del torneo y el número 14 del mundo van por un logro que el tenis argentino no alcanza en el certamen desde 2004: tener a dos representantes entre los mejores cuatro del torneo.
La rosarina Nadia Podoroska, revelación del torneo, y el porteño Diego Schwartzman, número 14 del mundo, buscarán mañana instalarse en las semifinales de Roland Garros, un logro que el tenis argentino no alcanza desde la edición 2004.
Fue hace 16 años la última vez que al menos dos tenistas «albicelestes» quedaron entre los cuatro mejores del Grand Slam parisino, que este año trasladó su fecha de mayo a octubre y transcurre con número limitado de espectadores por la pandemia de coronavirus.
Podoroska, de 23 años, se enfrentará con la número cinco del mundo y quinta preclasificada del cuadro femenino, la ucraniana Elina Svitolina.
La «Peque», también de origen ucraniano por parte de su padre, se convirtió en la sorpresa absoluta del torneo, en el que debuta este año después de conseguir su ingreso al «draw» desde la clasificación previa.
Su destacada presentación en París le valió el reconocimiento de todo el ambiente tenístico argentino, pues representa una revitalización de la rama femenina después de temporadas desiertas.
Roland Garros no tenía una jugadora argentina en su cuadro principal desde 2014 (Paula Ormaechea) y diez años antes había registrado a la última clasificada a cuartos de final (Paola Suárez).
«Cuando era chica tenía tantas ansias por estar donde estoy hoy que me perjudicó. El éxito me ha llegado porque dejé de buscarlo», resumió Podoroska tras ingresar en la historia del tenis nacional con su seguidilla de victorias en el «major» parisino.
La argentina, que sólo registraba un partido de primera ronda en el US Open 2016 como antecedentes en Grand Slam, llegó de la «qualy» con triunfos sobre la polaca Magdalena Frech, la rumana Jacqueline Cristian y la china Xinyu Wang y luego avanzó a expensas de la belga Greet Minnen, la kazaca Yulia Putintseva, la eslovaca Anna Schmiedlova y la checa Barbora Krejcikova.
Mañana tendrá su primer partido con Svitolina (26 años), una jugadora asentada en el círculo mayor femenino, que busca su primer Grand Slam después de ser semifinalista en Wimbledon y Estados Unidos 2019 y de alcanzar dos veces los cuartos en París (2015 y 2017).
«Será complicado, tiene mucha experiencia, viene de ganar un torneo la semana pasada (Estrasburgo). Lo mismo me ayuda que no me conoce», consideró la argentina tras lograr su acceso a cuartos.
Por su lado, el «Peque» Schwartzman, de 28 años, afrontará un duro cruce ante el austríaco Dominic Thiem, tercer favorito sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros, donde fue semifinalista en 2016 y 2017.
El argentino vive un sólido presente en su carrera y llegó a este Grand Slam como reciente finalista del Masters 1000 de Roma, con la victoria más importante de su carrera ante el mejor jugador de la historia en tierra: el español Rafael Nadal.
«Le gané al mejor de la historia en el polvo de ladrillo con esta confianza. Espero tener ese nivel contra Dominic. Tengo que hacerlo todo perfecto», asumió el «Peque» de cara al partido de mañana.
Schwartzman, que ya igualó su mejor actuación en París (cuartos de final 2018), perdió seis partidos y ganó dos en un historial de ocho enfrentamientos con el austríaco, campeón del US Open el mes pasado.
Sus victorias fueron en el Masters 1000 de Canadá 2019 (cancha rápida) y en el ATP de Buenos Aires 2019 (polvo de ladrillo).
El camino de Schwartzman en este Roland Garros se construyó con triunfos ante el serbio Miomir Kecmanovic, el italiano Lorenzo Giustino, el eslovaco Norbert Gombos y el italiano Lorenzo Sonego.
En caso de ganar ambos «Peques» este martes, Argentina tendrá al menos dos semifinalistas en Roland Garros como sucedió en 2004 cuando lo hicieron Paola Suárez, entre las damas; Gastón Gaudio (campeón ese año), Guillermo Coria (finalista) y David Nalbandian en la llave masculina