En las últimas semanas se ha registrado la aparición de yarará ñatas, viudas negras y alacranes en la región en las zonas urbanas más próximas a los descampados de Comodoro Rivadavia. Es por eso que la jefa de la División Zoonosis del Area Programática Sur del Ministerio de Salud, Alejandra Sandoval, explicó cómo debe actuar una persona ante el ataque de este tipo de especies.
La especialista que trabaja hace años en la prevención y estudio sanitario de este tipo de animales sostuvo que ante una picadura o una mordedura por yarará ñata se debe asistir al Hospital Regional o al Hospital de Sarmiento que son los centros asistenciales que tienen los antídotos.
Además, el paciente debe estar al menos seis u ocho horas en observación porque la gravedad va a depender de la cantidad de veneno que inoculó el ejemplar y también si es inmunosuprimida, si tiene alguna enfermedad preexistente, o si es un niño o un adulto mayor. “Hay que aclarar que no en todos los accidentes se van a colocar antídotos, ya que tienen mucha cantidad de proteínas y es contraproducente si la persona es alérgica”, aseveró.
Según indicó Sandoval la aparición de este tipo de animales se produce a finales de octubre y principio de noviembre, “con temperaturas más cálidas, y un clima seco que es propenso a la aparición de la yarará ñata, arácnidos como la viuda negra, y alacranes”. Sin embargo, recomienda evitar el contacto con este tipo de animales.
La jefa de la División Zoonosis manifestó que “cuando aparecen estos ejemplares no hay que molestarlos. De por si la yarará ñata es un animal agresivo solamente si se la molesta. Están en un periodo de reproducción de nacimiento de los nuevos ejemplares, entonces empiezan a aparecer con mayor frecuencia”.
Asimismo, recomendó mantener limpios los patios y los jardines, usar ropa y calzado adecuado si se realiza actividad física, o utilizar guantes cuando se realizan tareas de jardinería. También se debe revisar la ropa que estuvo en el piso, sacudirla antes de colocarla, y decirles a los más pequeños que no deben introducir las manos en lugares donde hay cuevas sin antes ver qué hay adentro y tampoco debajo de los troncos. Estos son lugares especiales para este tipo de ejemplares, al igual que evitar acampar en lugares de mucha vegetación.
La especialista también recomendó evitar hacer torniquetes ante una picadura o mordedura. “La persona quizás piensa que eso es bueno para que no avance el veneno en la circulación, pero es todo lo contrario, está contraindicado. Los efectos de la toxina de esos ejemplares se va a concentrar muchísimo en esa zona causando mucho más daño todavía. Tampoco hay que realizar ningún corte, ni incisión, lo más rápido y concreto es concurrir al hospital, mantener al afectado en reposo, desajustar todo lo que sean prendas: cinturones, anillos, relojes. En algunos casos se lava la mordedura solo con agua y jabón”, subrayó.
Es importante tener en cuenta las recomendaciones, en virtud, que la mordedura de una yarará puede tener graves consecuencias ya que el veneno posee una toxina que es dermonecrótica.
La buena noticia es que no son frecuentes los ataques de yarará ñata en la zona, sino que predominan las picaduras de alacrán, aunque tampoco en gran cantidad. En la última década hubo 10 accidentes por yarará registrados en el sistema de salud, mientras que se contabilizaron 23 picaduras de arácnidos y 28 picaduras de alacranes, especie “que no tiene una toxina potencialmente peligrosa, como la toxina de la yarará ñata o la viuda negra”, aclaró Sandoval.