Los economistas están calificando la economía en curva. Eso no es bueno si eres el expresidente Donald Trump.
Se pronostica que el producto interno bruto de Estados Unidos, la medida más amplia de la actividad económica, habrá crecido a una tasa anualizada del 4% entre octubre y diciembre.
En un año normal, eso sería algo para celebrar: una A+ en el informe económico final de Trump. Pero 2020 no fue un año normal.
Joe Biden toma posesión en un momento difícil para la economía de EE.UU. Estos son sus planes para generar empleo.
Entonces, si el 33,4% no es lo suficientemente bueno, el 4% seguro que tampoco lo será. Haría que la nación regresara solo en una pequeña parte a su fortaleza anterior a la pandemia, lo que subraya lo lejos que aún nos queda por recorrer.
Tampoco es un buen augurio para la recuperación en 2021. La recuperación de la economía de Estados Unidos se vio afectada en el último trimestre de 2020 cuando las infecciones por covid-19 aumentaron y varios estados reimplementaron medidas de confinamiento.
Una mala señal para la economía de 2021
El presidente Joe Biden heredó una recuperación enferma y un mercado laboral quebrado. El nuevo gobierno necesitará un enfoque de manos a la obra para que la economía vuelva a encarrilarse este año después de que la pandemia la hiciera pisar los frenos.
El aumento de las infecciones y las renovadas restricciones sobre las personas y las empresas frenan las esperanzas de recuperación en los meses de invierno.
Es probable que el primer trimestre de 2021 «sea aún más débil y hay pocas razones para esperar un repunte repentino en la actividad hasta que las restricciones por el covid se alivien significativamente», dijo James Knightley, economista internacional jefe de ING, incluso si hay más ayuda para los desempleados.
Biden primero tendrá que controlar la pandemia para que la recuperación vaya por el camino correcto.
¿Qué está frenando la economía de Estados Unidos?
Los economistas han estado preocupados por el estado de la recuperación durante un tiempo. El aumento de las infecciones por covid-19 en el otoño y un aumento renovado en las solicitudes semanales de prestaciones por desempleo señalaron otra mala racha para la economía en el invierno.
En el frente del consumo y del gasto, las ventas minoristas registraron tres meses consecutivos sin ningún crecimiento entre octubre y diciembre, ya que los grandes eventos de compras como el llamado viernes negro y la Navidad no proporcionaron un impulso adecuado. Y el índice de confianza del consumidor, basado en encuestas de la Universidad de Michigan, se mantuvo todavía muy por debajo de su nivel prepandémico y volvió a disminuir después de su pico más reciente en octubre.
Millones de estadounidenses siguen desempleados debido a la crisis y, en diciembre, la economía eliminó 140.000 puestos de trabajo, un gran revés para la recuperación. Fue la primera pérdida neta de empleo desde abril.
La economía de Estados Unidos se basa en el gasto de los consumidores y mientras los estadounidenses no gasten como solían hacerlo, ya sea por desempleo, órdenes de confinamiento o simplemente precaución, mantendrá el ritmo de recuperación lento.
El lanzamiento de vacunas y el control final del virus es lo que realmente transportará a la economía de regreso a su fortaleza anterior a la pandemia, creen los economistas. Pero, hasta ahora, solo se han administrado alrededor de 23,5 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus en Estados Unidos.
Mientras tanto, aquellos que perdieron sus trabajos o vieron reducidas sus horas o su salario debido a la pandemia todavía necesitan ayuda del Gobierno.
Trump promulgó un segundo paquete de estímulo en diciembre, que extendió varios programas para continuar ayudando a los desempleados. Pero muchos economistas creen que el retraso en la aprobación de más medidas perjudicó el ritmo de la recuperación.
La agenda económica del presidente Biden incluye aún más estímulos, pero aún está por verse si su plan de US$ 1,9 billones se aprobará en su forma original.