En diciembre, las empresas del sector liquidaron la suma de US$ 1.690.807.530, 4,77% mayor a noviembre por el fuerte incremento de los precios internacionales y a pesar del largo conflicto sindical que paralizó las plantas agroindustriales y terminales portuarias.
El monto ingresado en diciembre pasado es el más elevado para ese mes en los últimos diez años, excepto 2014 y 2015, por el fuerte aumento de los precios agroindustriales en el mercado internacional, la aceleración de embarques del sector en los primeros días del último mes del año ante la previsión del paro de actividades por el conflicto gremial y la carga de buques de unas pocas empresas que resolvieron las trabas portuarias individualmente.
En tanto, en el acumulado anual el monto liquidado asciende a US$ 20.274.389.493 que resultó el más bajo de la última década, a excepción de 2014 y 2015, y 0,44% inferior al promedio de los últimos 17 años.
En diciembre pasado, el precio de la soja en el mercado de Chicago aumentó 14%; el maíz y el aceite de soja, 15%; y la harina de soja -primer producto de exportación del país- y el trigo, 12%.
El fortalecimiento de los precios internacionales del sector compensó la declinación del tonelaje declarado en diciembre, que fue 40,48% inferior a noviembre; 61,70% menor a octubre y 65,23% peor que en septiembre.
En diciembre los tonelajes exportados de harina, pellet y expeller de soja -señaló la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)- cayeron 70% con respecto a noviembre; y de aceite, 87%.
Los resultados preliminares de diciembre con respecto a igual mes en las campañas anteriores, añadió la BCR, la soja y sus subproductos redujeron fuertemente su tonelaje embarcado, por lo que es el mínimo valor en al menos cinco campañas.
En el saldo anual influyeron factores como las distintas medidas de fuerza de los sindicatos, las oscilaciones en los precios de los commodities, harinas, aceites y sus derivados industrializados causado por la pandemia mundial del Covid-19 (caída al comienzo y recuperación a fin de año); la menor molienda de productos derivados de la soja por la “primarización” preexistente; las dificultades operativas por la bajante persistente del río Paraná; los trastornos en las operaciones por la aplicación de los estrictos protocolos sanitarios por el coronavirus en el proceso de exportación, y las demoras logísticas en el tránsito hacia los puertos y plantas procesadoras a comienzos del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
De acuerdo con la BCR, hasta noviembre la oferta total de soja (stock inicial, producción e importaciones) para la molienda representó 42,9% de la oferta total, el valor más bajo en por lo menos 10 años.
Fuente: Télam