Europa inauguró el 2021 con un aumento sostenido de casos que obliga a mantener o ampliar las restricciones, por ejemplo en Francia, y hace temer un nuevo colapso hospitalario como sucedió en la primera ola de la pandemia en gran parte del continente.
Alemania
Uno de los primeros en anunciar el balance oficial del día fue Alemania, quien informó de casi 23.000 casos nuevos y 553 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, aunque el Instituto Robert Koch, el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, aclaró que las cifras podrían ser similares a las de la semana pasada porque en las fiestas se hicieron menos pruebas, informó la agencia de noticias DPA.
En otras palabras, las autoridades creen que, en realidad, los casos de coronavirus mantuvieron la tendencia en alza registrada en las últimas semanas y que hacen temer en el país una fuerte segunda ola.
Francia
La misma tendencia se registra en la vecina Francia y, por eso, el vocero del Gobierno, Gabriel Attal, anunció que el toque de queda instalado en parte del país desde las 18 (hora local) para frenar la segunda ola se extenderá a 15 departamentos más del territorio, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
Los departamentos alcanzados por la nueva ampliación se concentran principalmente en el norte y el sur de la parte oriental del país.
Reino Unido
En tanto, del otro lado del Canal de la Mancha, en Reino Unido, donde empezó a regir el nuevo régimen de fronteras con el final definitivo del divorcio entre el país y la Unión Europea, el director del Colegio Real de Enfermería de Inglaterra, Mike Adams, advirtió que el país está «en el ojo de la tormenta» y que «es enfurecedor» que la gente no respete las medidas de distanciamiento social y no use tapabocas para evitar contagios.
En paralelo, el vicepresidente del Colegio Real de Medicina de Emergencia, Adrian Boyle, le confesó a la cadena BBC que está «preocupado» y que los trabajadores de la salud «están en verdaderas campos de batalla» peleando contra el avance del virus.
Un día después de que el país, en donde se registró una nueva cepa del virus más contagiosa, sumara casi 56.000 nuevos casos y cerca de mil muertos en solo 24 horas, profesionales y autoridades temen que el sistema hospitalario quede al borde del colapso, como sucedió durante la primera ola en la primera mitad de 2020.
Mientras que en Europa occidental, las restricciones impuestas durante las fiestas se respetaron y no fueron cuestionadas en las calles con nuevas protestas, en Praga, la capital de República Checa, un grupo de personas desafío la prohibición de congregarse en el centro dela urbe y fueron reprimidos por la Policía que patrulló toda la madrugada y que detuvo a varias personas, según informó el canal RT.