Desde el sector gastronómico señalaron que se verán sumamente perjudicados ante las restricciones horarias nuevamente dispuestas en el marco de la pandemia y sostuvieron que aún están pagando deudas del año pasado y está la posibilidad latente de más cierres.
Un complejo panorama es el que describen -según publica Diario Crónica– desde el sector gastronómico al disponerse nuevamente restricciones horarias en la ciudad por la posible llegada de la segunda ola de contagios de Coronavirus que ya está provocando estragos en distintas partes del mundo.
En este sentido la circulación de personas está permitida de lunes a jueves hasta la 1 y de viernes a domingo hasta las 2 de la madrugada y en virtud de ello, en los locales tales como restaurantes, pubs, confiterías y cervecerías se dispuso que cierren sus puertas media hora antes de este horario es decir a las 00:30 y 1:30 respectivamente.
“Las restricciones horarias nos perjudican muchísimo, por ejemplo los cerveceros y la gente que tiene pub más del 60 por ciento de la facturación se realiza de 0 a 2 de la madrugada y la unidad de negocios está proyectada para eso y a ellos los afecta a pleno” explicó el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de la Patagonia Central (AEHGPC), Juan Fernández, y agregó que “al resto de los gastronómicos nos perjudica porque la gente deja de salir por el horario que se estableció. Pero lo que más nos preocupa es que esta sea la primera medida de muchas otras que pueden venir; podemos tolerar un recorte horario como este, pero si nuevamente bajan hasta las 22 o 23 horas como fue en un principio de la pandemia nos afectaría muchísimo”.
En este marco, Fernández también aseguró que “hoy por hoy que los gastronómicos abiertos están pagando deuda vieja, están con planes de pago de AFIP, de servicios como la luz y el gas, todo lo que se trabajó el año pasado mientras pudieron abrir, sirvió para pagar deuda vieja. Ahora estamos facturando al 50 por ciento porque solo se pueden utilizar la mitad de las mesas por la capacidad y esto, agregado a un recorte horario, a las cervecerías y pubs les impacta de lleno”.
Emergencia
Respecto a los hoteles, Fernández mencionó que están en situación de emergencia dado que el año pasado desde marzo a septiembre permanecieron cerrados y sin ocupación y en septiembre incrementó alcanzando solo el 15 por ciento mientras este año llegaron a un 25.
“Hay hoteles con estructuras muy grandes y mucho personal con el 30 por ciento de ocupación y no van a subsistir mucho más, de no asistirlos tienen los días contados y en la parte gastronómica hubo gente que cobró indemnizaciones y pusieron su negocio o abrieron cervecerías, abrieron con mucha deuda. Una nueva ola puede implicar cierres y las restricciones para el sector gastronómico puede significar que un 35 a 40 por ciento de negocios cierren porque ya no tenemos espalda ni de dónde sacar, estamos complicados” expresó el dirigente.
“Todos los días tengo entre 15 y 20 currículum”
El titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica también manifestó que varios comercios están empleando jóvenes de 18 a 21 años que se encuentran dentro del Plan Trabajar impulsado desde el Municipio, quienes son capacitados en tres meses y tras ello se define si continúan trabajando. Una realidad que advirtió a partir de ello es la necesidad de los jóvenes de conseguir puestos laborales formales.
“Hay una necesidad en la calle y estos chicos no tienen la posibilidad de trabajar de manera formal, por eso vamos incorporando a través del Plan Trabajar, una parte del sueldo es abonada por nosotros, y la otra por Nación y después del tercer mes se determina si se suma al staff”, explicó.
“Yo no he indicado que en mi local estemos necesitando gente y todos los días tengo entre 15 y 20 currículum; hay una necesidad muy grande de trabajo y desde donde estamos hacemos lo que podemos”, añadió.
Fernández denunció que “se han armado empresas que funcionan en la clandestinidad”
Consultado sobre la continuidad de la modalidad de delivery (envío a domicilio) y take away (retiro en el comercio), el presidente de la AEHGPC manifestó que el sistema “funcionó al principio de la pandemia antes que la gente se volcara a la economía informal. Ni una rotisería ni un restaurante pueden competir con los precios de la gente que vende desde su casa”.
Sobre este tema, Fernández aseguró que “lo más preocupante es que se han armado empresas que funcionan en la clandestinidad y tienen a diez o quince chicos trabajando en negro, parados en la calle vendiendo productos”.
Y consideró que “el delivery implica solo un 10 o 15 por ciento de la recaudación y antes significaba un 30 por ciento, pero ahora prefieren comprar en redes sociales productos sin control bromatológico”.