La pandemia por Covid-19 trajo un aumento en el consumo de los videojuegos online para contrarrestar las medidas de aislamiento. Con ello también se dispararon las cifras de acoso virtual, que se calculan en un 74 por ciento respecto a 2019, sobre todo debido a su raza, religión u orientación sexual.
Según un estudio realizado por Newzoo para la Liga Antidifamación (ADL), en el que participaron más de 1.000 usuarios estadounidenses de entre 18 y 45 años, el 81 por ciento de los usuarios de juegos multijugador online experimentaron algún tipo de acoso.
Del total de jugadores online que sufrió acoso, el 68 por ciento afirma haber recibido amenazas físicas, acecho y hostigamiento sostenido, en comparación con el 65 por ciento registrado el año anterior.
Los datos del informe de Newzoo recogen un que el acoso en videojuegos en línea creció en el último año, en concreto, un 74 por ciento. Y más de la mitad de los encuestados (53%) afirma que sufrió acoso debido a su raza, etnia, religión, estado, género u orientación sexual.
En este sentido, un 41 por ciento de las mujeres y el 37 por ciento de los jugadores de la comunidad LGBTQ fueron acosados, respectivamente, por su género y orientación sexual.
Asimismo, un tercio de los jugadores afroamericanos e hispanos experimentó acoso por su raza u origen étnico y el 25 por ciento de las personas discapacitadas fueron acosadas como resultado de su discapacidad.
Por su parte, la religión fue otra de las razones por las que los jugadores padecieron acoso, con cerca del 20 por ciento de los usuarios judíos y el 25 por ciento de los usuarios musulmanes siendo víctimas de acoso en los juegos online.
El daño que causa el acoso virtual
El estudio también muestra que el impacto del acoso en los juegos online va más allá de los entornos del juego, ya que el 16 por ciento de los jugadores que sufrieron acoso asegura que se volvió menos social y el 14 por ciento se sintió aislado.
Asimismo, uno de cada diez jugadores que sufrió acoso en juegos multijugador online asegura que tomaron medidas para reducir los riesgos para su seguridad física y aproximadamente el 11 por ciento tiene pensamientos depresivos o suicidas.