De a poco se le van cayendo los naipes al castillo que Massoni les edificó a sus séquitos con ilusiones desde el comienzo de su “gestión”.
Los policías de la provincia están muy enojados con el ministro de Seguridad, porque éste no habría regularizado las cuestiones pertinentes al pago de retroactivos, que estaría pendiente desde el primero de enero hasta la fecha, por lo tanto ya les deberían 9 meses de aumento a los uniformados.
El doble discurso y las mentiras del funcionario estarían empezando a rebalsar el vaso y a la pata más importante de su gestión ya se le estaría empezando a acabar la paciencia.
Lo cierto es que Massoni habría mandado a notificar los ascensos de rango recientemente a los correspondientes policías, pero no habría hecho absolutamente NADA para gestionar el pago de los montos adeudados desde comienzo de año. En pocas palabras: prometieron aumentos de sueldo desde inicios del 2021 y hasta la fecha no habrían cumplido con esa mejora del salario.
Prometer para endulzar oídos y masturbar a las mentes parecería ser una práctica muy esperable de Massoni con el fin de que todos vayamos contentos a votarlo; pero el ministro está jugando con fósforos y un bidón de combustible, se está arriesgando a algo más grave que perder las elecciones, está metiéndose con la Policía.
Debemos tener en cuenta que Massoni a comienzos de la campaña habría reclutado, a través de emisarios, a los familiares de los policías para que sean fiscales de mesa en las elecciones, algo inaudito. Recientemente escuchamos que como consecuencia del malestar institucional, los que habrían aceptado en aquella oportunidad le habrían bajado el pulgar al ministro y por ende, la lista política de Massoni se estaría quedando sin personas que se encarguen de fiscalizar y obviamente… sin esos votos.
Desde sectores descontentos de la fuerza dejaron en claro que de ninguna forma van a votarlo, se dieron cuenta de que Massoni para lo único que desearía ganar las elecciones sería para tener fueros que impidan la prosperidad de una supuesta catarata de denuncias en su contra y que estarían “cajoneadas” desde hace bastante.
Otra cosa también preocupante entre los efectivos es la persecución que estaría desplegando Massoni dentro de la institución hacia los policías que habrían estado publicando videos e información sobre supuestas irregularidades. Estos habrían recibido duras sanciones administrativas en carácter de represalias.