El fiscal denunciado es Fernando Rivarola; el del caso de la “violación en manada” de playa Unión que a comienzos de este año tuvo que afrontar serias críticas y hasta pedidos de renuncia desde distintos sectores de la sociedad argentina, al trascender a nivel nacional e internacional por considerar que los imputados habían tenido “un desahogo sexual”.
La denunciante de Rivarola es la doctora Florencia Gómez –fiscal de Rawson–, quien habló por Radio 3 AM 780 en los siguientes términos: “Soy una persona educada que jamás le falto el respeto a nadie, y exijo entonces que se me trate como corresponde”
“Pienso que estamos en una época en la que hubo un cambio para que las mujeres tengamos la posibilidad de hacer los reclamos que corresponden, exigiendo que se nos trate como se debe”, opinó y consignó: “Primero y principal con el respeto que se le debe tener a cualquier persona y darnos el lugar que corresponde también como mujer”.
“Una de las cuestiones en las que hago hincapié en la denuncia –contó— es que tome como última opción el ir hasta el Consejo de la Magistratura, porque previamente ya había hecho las presentaciones correspondientes institucionalmente y no recibí respuestas. Entonces me vi obligada en hacer la denuncia en el Consejo”
¿Qué es lo que se denuncia concretamente ahí? Se le consultó. “Maltrato institucional y violencia de género”, respondió Gómez y luego explicó que su jefe (Rivarola) “constantemente desmerecía mi trabajo, lo desprestigiaba y no me trataba como un par. Más allá que una sea mujer se merece respeto, como cualquier persona, colega o compañero de trabajo (…) Yo viví situaciones violentas y dudo que se hubiese manejado así si hubiese sido un fiscal hombre. Esto que estoy diciendo lo puse mejor aclarado en la denuncia”, agregó.
–Y estos maltratos, esta situación de violencia de género ¿Cuándo comienza, hace poco? Se le preguntó. “Empecé a compartir con él la oficina, cuando el doctor (Fernando) Rivarola llega a Rawson en enero de 2019. Siempre trabajé con el doctor Heiber (el fiscal que renunció hace tres meses, denunciando presiones de sus superiores); fui su funcionaria y después tres años fiscal a la par de él: éramos tres fiscales, Rivarola, Heiber y yo, y nunca tuve ningún tipo de inconveniente con el doctor Heiber con quien venía trabajando desde hacía cinco años, ni con el (recordado) doctor (Sergio) Ferrín con el que tampoco tuve ningún problema, inclusive, fui tratada muy educadamente, como corresponde al cargo, a la función y a la persona”, insistió. “Siempre me trataron con total educación y respeto”, subrayó.
“No fue así cuando me tocó trabajar sola con el doctor Rivarola, que fue hace poco después que renunciara el doctor Heiber. Ya había habido situaciones que puse en conocimiento pero no se tomó ningún tipo de medida, entonces esto género –al no tomarse ninguna medida—que cada vez se incrementara más el destrato”, indicó.
–Claro, porque él conoció o se enteró de que usted lo había denunciado. Se le apuntó. “Sí, fui haciendo como corresponde institucionalmente las denuncias internas, poniendo en conocimiento a mis superiores situaciones violentas que más allá de ser mujer creo que ninguna persona debe sufrirlas en un ámbito de trabajo o donde fuere”.
“Siempre digo que la violencia jamás se la debe justificar, nada la justifica. Nada, absolutamente nada. Nadie merece ser violentado y todo el mundo debe ser respetado”, agregó.
—Estos maltratos que usted denuncia, ¿comenzaron por algo en particular? Se le consultó. “No, no hubo nada en particular. Simplemente empezaron a surgir y fueron delante de compañeros. Hay gente que en la denuncia aparece como testigos de estas situaciones que me tocó vivir”, contó.
Se le preguntó luego cómo se sentía el día después que trascendiera públicamente su denuncia, como un hecho que no tiene precedentes en la Procuración Fiscal y en el Poder Judicial de Chubut.
“Lamento tener que haber llegado a esta situación, de tener que denunciarlo, porque hubiese sido mucho más próspero para nuestro trabajo el que esta persona hubiera cambiado su actitud conmigo. Pero evidentemente tuve que llegar hasta esta instancia porque lejos de desistir en sus actitudes hacia mí las fue incrementando: se incrementó el desprecio, las situaciones de violencia y aumentó también el interés de desprestigiar mi trabajo”, denunció.
–¿Su jefe superior el procurador General Jorge Miquelarena la llamó? Se le consultó. “No. Aún no (…) Me llamaron de todos lados, mujeres que se solidarizaron conmigo (sobre todo) y que ahora se van a empezar a animar a hacer las respectivas denuncias. Yo siempre digo con respeto uno consigue mejores resultados en cualquier trabajo: yo soy una persona educada, que jamás le falto el respeto a nadie, y entonces estoy exigiendo que se me trate como corresponde, nada más. No estoy exigiendo que se me trate diferente, quiero que se me trate como persona y como mujer. Que se me respete”, concluyó Florencia Gómez.
Fuente: Radio 3 Cadena Patagonia