La gente ya habló en las urnas sobre la gestión del ministro de Seguridad, pero evidentemente el odio que generó el funcionario en lo que duró su carrera política fue tan grande, que como sucede con todo candidato político nefasto, también se desquitaron a través de pintadas en Trelew, Rawson y Playa Unión.
Evidentemente el funcionario no goza, para nada, de legitimación para su cargo, el pueblo chubutense no lo quiere y la espera de su huida como una rata este martes que viene se hace eterna para el ciudadano de bien.
Haciendo alusión a su hashtag “#MiCampañaMiGestión” promovida por el mismo ministro de Seguridad, podemos ver claramente lo que piensa la gente de su gestión, ni hablar de lo que piensa de su campaña.
Al ministro de Seguridad le salió todo mal, teniendo en cuenta que tuvo a su alcance todo el aparato estatal para hacer campaña, lo que lo convierte no solamente en un funcionario inoperante sino en un “político” sumamente inútil.
Pretendió subestimar la inteligencia del pueblo chubutense y así le fue.