A cinco días del crimen de Lucio Dupuy, el nene de 5 años asesinado a golpes en la ciudad pampeana de Santa Rosa, las dos acusadas fueron trasladadas a San Luis, donde ahora se esperan dos movilizaciones en reclamo de justicia.
La primera marcha se realizará este jueves a las 18 frente a la Unidad 1 del Servicio Penitenciario puntano, ubicada a 5 kilómetros al oeste de la capital provincial y que ocupa un amplio predio que está aislado por varios cercos de alambre perimetral.
En esa cárcel están detenidas la madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti (24); y la novia de la mujer, Abigail Páez (27), quienes están imputadas de haber cometido el crimen el viernes pasado.
Si bien trascendió que habían sido víctimas de una golpiza por parte de otras detenidas, fuentes provinciales negaron ese episodio y afirmaron que quedaron aisladas desde que llegaron al penal.
La convocatoria a la marcha es realizada por numerosas organizaciones y es abierta a toda la comunidad, al tiempo que se solicitó quienes decidan asistir que se manifiesten en forma pacífica.
El pedido se debe a que el domingo pasado se produjeron fuertes disturbios cuando una marcha terminó en un ataque a la comisaría 6° de Santa Rosa con la quema de tres autos en el lugar.
Esos incidentes motivaron el traslado de Espósito y Páez fueron a San Luis.
La segunda movilización se realizará el viernes a las 21, cuando se celebrarán reuniones en las plazas de toda la provincia de San Luis para manifestarse en silencio. Piden que quienes asistan lleven velas y globos blancos.
La convocatoria se replicará en plazas de distintos lugares del país.
«Mi hija no existe más»
La madre Abigail Páez dijo que su hija «no existe más» para su familia, que se «cavó su propia tumba» al no haberles hecho «caso» y pidió «justicia» por el nene.
Érica Frydlender dialogó con radio LU100 de La Pampa, y dijo que «desde el viernes a la noche», la vida junto a sus otros tres hijos se les «convirtió en una pesadilla».
«Abigail no existe más para nosotros, justicia por Lucio», aseveró entre lágrimas la mujer, quien señaló que su hija «era buena, pero se transformó en otra cosa».
La mujer explicó que «Magdalena hizo un trabajo fino con la cabeza de Aby, que ella no mataba ni una mosca. Aby siempre fue dócil, rebuena», y que tenían una «relación tóxica».
«Nosotros no íbamos a la casa de Abigail hacia casi un año, desde el verano que no íbamos porque nosotros de acá con Magdalena hace mucho que no queríamos tener trato con ella, porque veíamos que a Abigail la manejaba como un títere», explicó la madre de la joven.
En otro pasaje de le extensa entrevista, la mujer aseguró: Abigail «se cavó su propia tumba, no nos hizo caso, no nos escuchó».
«Hace un mes quise que Lucio se quede conmigo. Yo discutí con mi hija, ella me planteó que Magdalena quería volverlo a dar (al padre) y yo se lo pedí. Me dijo que Magdalena no lo quería al nene. Nosotros lo amábamos. Él amaba estar acá, en mi casa», contó Érica.
En ese sentido, añadió: «La mamá de Magdalena me dijo a mí el viernes cuando nos cruzamos en la comisaría que ella estaba tranquila porque Abigail cuidaba de Lucio y se querían, sabía que Magdalena no lo sabía cuidar a Lucio».
«Todo el mundo ha hecho locuras por amor, pero esto no, esto es una aberración», expresó la mujer, y agregó: «Queremos justicia por Lucio, si tienen que pagar, que paguen las dos ahí (en la cárcel), que se pudran las dos».
En un tramo del reportaje, Érica debió interrumpirlo porque manifestantes comenzaron arrojarles «cosas por la ventana» de su casa, por lo que le pidió a un familiar que llamara a la Policía.
«La gente que vino a mi casa nos destrozó la casa, mis tres hijos, yo, mi mamá, mi hermana con sus hijas estuvimos encerradas acá como si fuéramos nosotras las que le hicimos algo a Lucio, nosotros siempre lo cuidamos, el venía a dormir todos los fines de semana a mi casa», relató la mujer sobre los ataques que está sufriendo en su vivienda por parte de «vándalos».
A raíz de ello, hizo un pedido para que los dejen «volver a trabajar en unos días», cuando se recuperen, y que su hija «de 14 años pueda volver a la escuela».