«Un crimen de odio». Es la hipótesis que maneja el nuevo abogado de la familia Dupuy, José Mario Aguerrido, quien anticipó que buscarán determinar «toda la cadena de responsabilidad» de la Justicia en el caso que terminó con el asesinato de Lucio (5), por el cual están detenidos su madre y la pareja.
Para el letrado, en el trámite que le dio la tenencia a la madre, Magdalena Espósito Valenti (24), «la jueza (Ana Pérez Ballester) y la asesora no hicieron su trabajo».
Aguerrido -un conocido abogado de la provincia- anticipó que «la hipótesis de la muerte de Lucio es que se trata de un crimen de odio».
Dijo que es su hipótesis personal por los datos revelados en el caso y por las lesiones que presentaba el cuerpo del nene, aunque aclaró que no había accedido al informe de la autopsia.
«En el caso de la muerte, la investigación está encaminada. La figura de homicidio, agravada por alevosía, en el caso de la dos (mujeres)», afirmó a Clarín.
Lucio fue asesinado la noche del viernes. Su muerte se produjo entre las 20.30 y las 21. Pasada esa hora, Abigail Páez (pareja de la madre del nene) apareció con el nene al hombro en una posta sanitaria del barrio Río Atuel, a unos 150 metros del departamento donde vivía. El pequeño tenía sangre en la boca y estaba con convulsiones. La mujer pedía que lo salven.
Pero la posta estaba cerrada. Por eso Páez (27) cruzó la calle a una sede policial. Allí los policías se negaron a darle atención al pequeño, que dejó de moverse.
Una enfermera que vio la escena le hizo RCP, sin lograr la reacción del nene. Una mujer llevó a Lucio al Hospital Evita, donde llegó muerto.
La autopsia reveló que murió por los golpes (traumatismo varios) y una hemorragia interna.
Aguerrido (62) sostuvo que la familia Dupuy «me pidió que además de la responsabilidad penal de ellas, apunte a la responsabilidad de todos los organismos que por omisión o inacción permitieron que esto termine en la muerte de Lucio. Toda la cadena de responsabilidad».
Apuntó a la actuación de la jueza Ana Clara Pérez Ballester (titular del juzgado N° 1 de Familia y Niñez de Pico) y de la asesoría de Familia.
«No hicieron el trabajo», insistió el abogado. «La madre estuvo casi dos años sin ver al nene, entre los dos y los cuatro años. Viene, pide tener al nene, firman un acuerdo y se lo lleva», objetó.
«Se escudan en el acuerdo, pero la asesora y la jueza no hicieron su trabajo», remarcó y agregó: «Debían pedir abordaje psicológico y mandar una asistente social. No lo hicieron», detalló.
Apuntó a dos conceptos legales: el interés superior del niño y el «centro de vida».
«Lucio tenía las dos familias en Pico. Nació y creció en Pico. Pero la madre se lo llevó a Santa Rosa. Amenazó (con denuncias) pidió y se lo llevó», señaló.
Entre las omisiones del juzgado, Aguerrido apuntó: «Tiene equipos técnicos, asistentes sociales y psicólogos. Pero no se hizo nada», agregó.
«Esto se hace siempre. Por el interés superior del niño. Un acuerdo es para arreglar un choque en la esquina, no para decidir por un nene».
«El acuerdo puede servir en otro caso, pero no en este donde la madre los dejó durante casi dos años», reiteró el abogado.
Además, dijo que «en materia de derecho de familia se usa una progresión, algo escalonado». Pero en el caso de Lucio no se produjo.
Críticas a una colega
Aguerrido también apuntó a la anterior abogada de la familia Dupuy, Adriana Mascaró. «La familia fue mal asesorada. Hubo mala praxis. Porque en derecho de familia las situaciones consolidadas tiene mucho peso. Pero en este caso, a la familia la abogada le dijo que renuncie a la tutela».
Esa renuncia abrió el camino para que la jueza Pérez Ballester otorgue la tenencia de Lucio a la madre, «Magui» Espósito. También dio inicio a un estudio de campo para recolectar testimonios (entre ellos el de Daiana González, la vecina que denunció la golpiza del 25 de agosto), la historia clínica y las denuncias por el impedimento de visitas que hizo el padre, Christian Dupuy (27).
Definió el abogado que «la actuación de la Policía fue bastante triste» ya que «Siempre le dio la razón a la madre, presionaba a la familia (Dupuy) y hubo estándar de que la madre siempre tenía la razón».
Marcha, velas y globos
El caso de Lucio tiene una repercusión nacional. También en otros países de Sudamérica, Centroamérica y Europa provocó la reacción de diferentes comunidades.
Este jueves, en la Ciudad de Buenos Aires habrá una marcha a Tribunales con la consigna «Justicia Por Lucio». La convoca la ONG «Infancia Compartida», que reclama contra la violencia vincular, por el derecho de los niños y niñas de tener una familia con las dos figuras parentales, madre y padre.
Christian Dupuy, el padre de Lucio, hizo un llamado para que a las 21 del viernes próximo se realicen marchas de silencio. A los asistentes les pide que lleven una vela y que quienes lo deseen suelten un globo blanco, el emblema de un ángel que va al cielo.