En medio de la fuerte crisis social que atraviesa la provincia, salen a la luz distintos acuerdos políticos que permitieron la aprobación del proyecto que habilita la minería en Chubut.
En la provincia no hay licencia social para el desarrollo de la megaminería, sin embargo, distintos sectores políticos que a simple vista parecen estar contrapuestos, cercaron un muro entre sus intereses y los de la gente.
Este es el caso del intendente de Rawson, Damián Biss y el gobernador de la provincia, Mariano Arcioni, quienes cerraron un pacto de mutuo beneficio que dio lugar a que todavía hoy la minería esté aprobada.
A muchos les resulta extraño como se ha beneficiado la gestión de Biss en la ciudad capital con obras del gobierno provincial con presupuestos descomunales y que se actualizan constantemente según consta en el Boletín Oficial, como por ejemplo la refacción de la plaza central de Rawson. En tiempos de crisis económica, una obra realmente innecesaria.
Pese a ser de la Unión Cívica Radical, Biss no escatima halagos hacia la gestión del escribano comodorense, aún cuando Arcioni encabeza el ranking de peores gobernadores a nivel país. Públicamente el intendente local finge estar sumergido en la lucha ambientalista para sostener viva su carrera política.
Esta alianza entre el intendente Biss y Arcioni, permitió que por ejemplo, el bloque radical de la legislatura provincial, no se haya opuesto al tratamiento del proyecto 128/20 de zonificación minera.
Los legisladores de la UCR alineados con Biss, Manuel Pagliaroni y Andrea Aguilera se abstuvieron en la votación de la Iniciativa Popular que pedía que no se autorice la minería, allá en el mes de mayo de este año, dando vía libre al tratamiento del proyecto minero en la Legislatura. Esta es una clara demostración de la cómplice pasividad de algunos sectores del radicalismo en la provincia según denuncian distintos grupos de manifestantes anti mineros.
En la últimas horas, ambos legisladores presentaron un proyecto para derogar la ley que ellos mismo permitieron tratar, una claro ejemplo “panquequismo” como se conoce popularmente a estos personajes públicos que se ríen de la gente.