Cordillera

El Bolsón cumple hoy 96 años

El 28 de enero de 1926 se conformó la primera junta de gobierno.

Un 28 de enero de 1926 un grupo de pobladores integró la primera junta de gobierno: el maestro puntano Pedro Pascual Ponce, el vasco Cándido Azcona, el español Antonio Merino y los libaneses José Ulieldin y Miguel Andén, reflejando el perfil de inmigrantes que poblaban la región.

El acto será a las 10.30 en la plaza Pagano, con reconocimiento a vecinos destacados. Uno será designado como nuevo abanderado del pueblo.

La banda del Ejército Argentino interpretará canciones populares. A las 18.30, en la plazoleta “Recuerdo de la gesta de Malvinas”, en Mallín Ahogado, excombatientes comenzarán a conmemorar los 40 años de la guerra.

Todo el día habrá actividades deportivas, culturales y artísticas. Se destaca un festival artístico en la plaza Pagano, a las 18, con Luz Ayún; Oscar Benítez; Oscar Inalef; Cuca Lubones y los grupos de danzas “Arte y Tradición”, “Purru Fe”; “Raíces Sureñas” y el Ballet Municipal.

En 1881, “el sargento Peralta y el soldado Remigio Bosch, de las tropas del general Conrado Villegas (finalizando la Campaña del Desierto), pasaron por la región buscando salida al sur. Al entrar al valle de montaña, quedaron `embolsados´ por la particular geografía. “Esto en un bolsón”, habría dicho el jefe del batallón y la localidad tomó ese nombre.

Dos años después llega el chileno “Motoco” Cárdenas. Se afincó en la confluencia de los ríos Azul y Quemquemtreu (hoy ejido de Lago Puelo). A José Trahiyen, uno de sus peones, “se le habían escabullido animales ariscos hacia el monte. Para sacarlos, prendió fuego con varias hectáreas rozadas. Al año siguiente, allí se plantó trigo por primera vez con las semillas traídas en el pilchero desde el otro lado de la cordillera”, evoca “Naco” Sales en su libro “El Bolsón de antes”.

En 1913 ya se contabilizan para toda la zona entre 500 y 600 habitantes, la mayoría chilenos. El Valle Nuevo es “un espacio rural poblado con crianceros de ganado, una producción agrícola con cierto nivel de excedentes y una actividad cerealera intensa que abastecía a la vecina zona de la meseta”, asevera José María Méndez en su trabajo “El valle y el molino”.

Reconoce que “casi no existe moneda” que solo ingresa a la región “a través de los empleados públicos: maestros y policía fronteriza” y que El Bolsón tuvo “marcadas características de auto subsistencia económica hasta los años ‘30”.

“Eran sociedades de frontera surgidas de los supervivientes de la ocupación militar y del primer poblamiento procedente de Chile. Es así como el comercio de ganado con el mercado trasandino, las producciones agrícolas, la instalación de casas de comercio y la circulación de bienes y personas parecieran dar una cierta homogeneidad al espacio social”.

En mitad del siglo XX “el bosque va ser notablemente desplazado por la necesidad de disponer tierras para el pastoreo y la agricultura. A fin de los años 30 las mejores tierras dedicadas a la agricultura se destinarán a la planta urbana”.

Para 1920, “la mayoría de la población se dedicaba a la agricultura y a la ganadería y se consolidaba la industria harinera (800 ha de trigo, 385 de avena, 124 de hortalizas y 6 de frutales). Entonces en El Bolsón funcionaban dos molinos que transformaban en harina todo el trigo que se producía en la región y abastecían una amplia zona del territorio adyacente”.

La bisagra que cambia el curso de la región aparece recién en la década del ’60, con la llegada “de los primeros hippies”, el lúpulo, la industria maderera dedicada a abastecer los grandes diques que se construyeron en la Patagonia yel desembarco del turismo que hoy es la principal actividad económica.

En la última década, El Bolsón recuperó su rol protagónico en el desarrollo integral de la Comarca Andina del Paralelo 42°, basado “en el trabajo conjunto y más de 300 obras inauguradas”, reflejó el intendente Bruno Pogliano. Y valoró “la paz social que podemos disfrutar en medio de una excelente temporada estival”.

Hoy son más de 50 mil habitantes. “La capacidad de carga demográfica depende de la ampliación de las redes y la planta de tratamientos de líquidos cloacales”. Y fijó como prioridades “la obra de la terminal de ómnibus (ya iniciada) y la transferencia de tierras de Gendarmería Nacional para la construcción de viviendas sociales”, que apuntó como “el gran desafío”.

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