La precipitación tiene parámetros históricos. No se recordaba una caída de agua de semejante magnitud desde 1998, cuando se inundó Trelew. En algunos campos cercanos llovieron incluso más de 100 milímetros. La calle Michael Jones, que atraviesa el centro de la localidad de norte a sur y desemboca en la costanera, fue un verdadero río. La ruta 9, entre Gaiman y el empalme con Ruta Nacional Nº 3, también se convirtió en un verdadero aluvión. La Municipalidad hizo un relevamiento de los daños y comunicó que se retomó la potabilización y distribución de agua.
La Municipalidad de Gaiman realizó durante la mañana de este viernes un relevamiento de los daños ocasionados por el fuerte temporal de lluvia que afectó a la zona y especialmente a la localidad durante la jornada de ayer. Y, con el trabajo de Obras Públicas, comenzó con la reparación de calles, caminos y servicios.
A primera hora de este viernes, el personal municipal observó el estado de distintos sectores de la localidad, luego de que cayeran, según estimaciones oficiales, 75 mm de lluvia (82 según registros privados) durante todo el jueves, con lo cual Gaiman fue la localidad del Valle más afectada por el temporal.
Tras el relevamiento comenzaron distintos trabajos, como la limpieza de desagües para permitir el escurrimiento del agua, la reparación de una bomba fly o sumergible en la calle Güemes, y el corte y recolección de árboles y ramas caídas, entre otros.
“Estas son situaciones extraordinarias que pasan cuando cae mucha cantidad de agua en poco tiempo. Los cañadones, las bombas y las bocas de tormenta no dan abasto cuando ocurren estos fenómenos climáticos”, dijo el intendente Darío James que, si bien se encuentra aislado por haberse contagiado de COVID-19, estuvo atento a las tareas del personal.
“Estamos en tiempos en los que el clima cambió, y estas son además las consecuencias de no haberse hecho obras durante muchos años, y es lo que estamos tratando de solucionar desde que asumimos la gestión, hace poco más de dos años”, agregó.
Durante este viernes continuarán las tareas, mientras que además se trabaja de manera permanente en la Planta Potabilizadora para que el suministro de agua potable se resienta lo menos posible, en un contexto en el que, como suele ocurrir en estos casos, la turbiedad del Río Chubut dificulta la potabilización y la distribución del recurso.