También resaltó que algunas personas cambiaron sus testimonios en el juicio, en relación a lo que habían dicho en la etapa preparatoria.
La fiscal del caso conocido de violación en grupo conocido como “la manada de Chubut”, María Bottini, dijo que el pedido para un nuevo juicio se basa en 3 argumentos principales, entre los que se cuenta la agresividad de una de las defensas contra algunas mujeres testigos y la falta de perspectiva de género a la hora de expedirse el tribunal, que declaró inocentes a los imputados por la violación ocurrida en 2012 contra una menor de edad en Playa Unión.
La audiencia de impugnación realizada el miércoles 6 de julio busca que el Superior Tribunal de Justicia anule la sentencia anterior y ordene la realización de un nuevo juicio, algo que la fiscal reconoció como difícil, pero indicó que “debíamos intentarlo”.
“Entre los fundamentos para el nuevo juicio, entendíamos que algunas cuestiones en el juicio no se hicieron acordes al Código Procesal Penal, como algunos interrogatorios que se hicieron en forma casi violenta contra algunas testigos –explicó Bottini-. También la forma en que se referían a la víctima, que no la trataban como tal, sino como ‘la presunta víctima’”, detalló.
La fiscal precisó además que la víctima fue interrumpida en su alocución final, lo que incidió en el fallo de las juezas que terminaron por absolver a los imputados. “Fundamentalmente, no actuaron con perspectiva de género, que es lo que permite tener en cuenta las desigualdades estructurales que todavía hoy existen entre hombres y mujeres”, explicó Bottini, en diálogo con Actualidad 2.0.
“No se tuvo en cuenta la particularidad de que al momento de los hechos era una joven adolescente de 16 años y el impacto emocional que esto tiene en las personas, por lo que era necesario tener distintos cuidados e interpretar bien las palabras de la víctima en esa clave”, añadió la acusadora pública.
Bottini añadió que ante el Superior Tribunal también se planteó la crítica sobre el análisis de la prueba que hicieron las juezas al momento de resolver la sentencia absolutoria, ya que lo hicieron de forma separada, sobre cada testimonio y no de manera conjunta.
Al ser consultada sobre los dichos del abogado Guillermo Iglesias, defensor del imputado Quintana, quien había expresado que el desistimiento de la fiscalía para interrogar a la víctima hizo caer el caso, Bottini respondió:
“Por eso es que esperábamos que se analizara con perspectiva de género –admitió-, porque la querella y la fiscalía entendimos el pedido de la víctima, de no volver a exponerse a un interrogatorio en el que no tenía más información para aportar, porque ella no recordaba nada de lo ocurrido y esto se demostró en la pericia psicológica, a la que se sometió durante 4 horas. Era exponerla a lo mismo que habían vivido algunas de sus amigas en el interrogatorio, por lo que de alguna forma se hubiera revictimizado”.