Dirigentes, funcionarios y agrupaciones de Derechos Humanos homenajearon a Hebe de Bonafini en Plaza de Mayo en lo que fue la vuelta número 2.328 desde 1979.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo realizó su tradicional ronda de los jueves alrededor de la pirámide frente a Casa Rosada aunque esta vez no sólo por sus hijos, sino también para homenajear la memoria y legado de quien fue su presidenta desde 1979, Hebe de Bonafini, fallecida el domingo pasado a los 93 años, publicó Minuto Uno.
El ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, su par de Cultura, Tristán Bauer, y el titular de la cartera bonaerense de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, participaron de la ronda en la Plaza de Mayo, donde hace 45 años las Madres comenzaron a caminar en torno a la pirámide para visibilizar la búsqueda de sus hijos desaparecidos la genocida dictadura cívico militar.
“Los esperamos a todos y a todas en la Plaza de Mayo para abrazarnos y honrar el legado de nuestra eterna compañera Hebe”, invitó desde sus redes sociales la Asociación Madres de Plaza de Mayo a la ronda número 2.328.
“Que no haya ninguno que quede en la casa, que se vengan todos a cubrir la plaza”, pidieron los organizadores en la convocatoria del homenaje, que tendrá como consigna “Amor con amor se paga”.
“El día que yo me muera no tienen que llorar, tienen que bailar, tienen que cantar, hacer una fiesta en la plaza porque hice lo que quise y dije lo que quise”, expresó Hebe de Bonafini en un video que su perfil oficial de Twitter publicó el domingo pasado a propósito de su deceso.
A la ronda de este jueves también se presentaron organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos, al igual que dirigentes políticos de distintos espacios.
“Este jueves 24.11 a las 15 horas vamos a Plaza de Mayo para hacer una despedida hasta siempre a Hebe. Con el pañuelo blanco como bandera, siempre”, señaló la agrupación HIJOS desde sus redes sociales.
El partido político Frente Grande (FG), encabezado a nivel nacional por el intendente de Ensenada, Mario Secco y Eduardo Sigal, convocó a Plaza de Mayo bajo la consigna “Hebe Eterna”.
En Córdoba, el Foro por la Libertad, la Democracia y los Derechos Humanos invitó a la “Celebración de la vida de Hebe de Bonafini” que se realizará por la tarde en la Plaza San Martín de la capital provincial.
Los restos de Bonafini descansarán en la Plaza de Mayo, al igual que los de Azucena Villaflor de Vicenti, la primera madre, cuyas cenizas permanecen enterradas en la base de la Pirámide de Mayo, el mismo sitio donde hace 45 años las mujeres de pañuelo blanco comenzaron su lucha por los derechos humanos contra el terrorismo de Estado.
El 30 de abril de 1977, en pleno auge de la dictadura cívico militar, un grupo de mujeres encabezadas por Villaflor de Vicenti se concentraron por primera vez en el centro de la Plaza de Mayo y desde entonces jamás dejaron de hacerlo.
Hebe de Bonafini nació en la ciudad de Ensenada el 4 de diciembre de 1928 y en 1942 se casó Humberto Bonafini, con quien tuvo tres hijos: Jorge Omar, Raúl Alfredo y María Alejandra.
A comienzos de 1977 su hijo mayor Jorge Omar fue secuestrado y desaparecido en La Plata, y en diciembre de ese mismo año corrió la misma suerte su otro hijo, Raúl.
Además, al año siguiente desapareció su nuera, María Elena Bugnone Cepeda, esposa de Jorge.
Hebe María Pastor de Bonafini inició su tarea como presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo en 1979 -luego del secuestro y desaparición de la primera titular, Azucena Villaflor-, entidad en la que se destacó por la lucha por los derechos humanos, contra la impunidad de los culpables de crímenes de lesa humanidad, junto a la reivindicación de la militancia revolucionaria de los detenidos desaparecidos y asesinados.
Hebe no sólo reivindicó las luchas de sus propios hijos, sino que impulsó el reclamo colectivo de las Madres: “Todos son nuestros hijos”.
Siguió su lucha sola aún después de la muerte de su esposo, ocurrida en septiembre de 1982.
Como titular de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, promovió el crecimiento de esa institución. Impulsó la creación de un instituto universitario nacional, un periódico, una radio, una casa cultural y una librería. Además administran el centro cultural de la exESMA.
Estos hitos coinciden con sus ideas de que los derechos humanos debían conjugarse con los derechos sociales. De la mano de esa concepción nunca ocultó sus preferencias políticas que quedaron expresadas en sus posiciones intransigentes ante las desigualdades.