La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa por el intento de magnicidio del 1 de septiembre pasado reclamó que se secuestre el teléfono celular del diputado nacional del PRO Gerardo Milman, ante una evidencia «que es cada vez mayor», según nueva prueba incorporada.
«A esta altura de la investigación, consideramos imperioso secuestrar el celular cuyo análisis es más importante para la pesquisa, el de Gerardo Milman», sostuvieron los apoderados de la Vicepresidenta, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, en el escrito al que tuvo acceso Télam.
El nuevo pedido de pruebas se hizo ante la jueza de la causa María Eugenia Capuchetti y el fiscal federal Carlos Rívolo, a quien la magistrada delegó la investigación.
«Le solicitamos a la jueza (ya que esta medida es de exclusivo resorte jurisdiccional)» que «proceda al inmediato secuestro del celular del diputado nacional Gerardo Milman», pidió la querella.
De manera subsidiaria, pide «que solicite, de modo inmediato, autorización a la Cámara de Diputados para proceder al secuestro del celular» del diputado Milman, si es que lo considera necesario.
La querella aclaró que Milman como legislador tiene inmunidad de arresto «pero en ningún caso de proceso».
«Una vez secuestrado el dispositivo, requerimos que se practique una amplia pericia con el fin de identificar cualquier vinculación de Milman con los hechos objeto de este proceso», agregaron
El legislador «solo podría ser convocado a prestar declaración indagatoria, y no testimonial», advirtió la querella y por eso consideró que «solo debe llamarse a Milman cuando esté más clara la plataforma fáctica que lo rodea. Por eso, la próxima medida a seguir debe ser el secuestro de su celular».
En el mismo escrito, se pidió a la fiscalía que disponga otras medidas de prueba vinculadas a la «pista Milman», entre ellas un pedido de informes sobre «todas las líneas telefónicas» de Milman, sus asesoras Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz y otras dos personas, Hernán Carrol y María Alejandra Mroue.