Chubut

Miguel Castro aún no encuentra a la banda que roba autos en pleno centro y los estrella para cometer atracos

Hace unos días fuimos noticia nacional por un hecho nunca antes visto en Trelew. El 14 de enero por la medianoche, un grupo de malvivientes perfectamente organizado ingresó al predio del shopping “Portal de Trelew” con un utilitario al que terminaron estrellando contra una de las paredes, creando un boquete con el objetivo de entrar y sustraer joyas de una tienda.

Los delincuentes tenían en su poder mazas y demás herramientas de construcción que utilizaron para intentar ampliar el boquete.

Según las autoridades hubo un error de cálculo, puesto a que terminaron ingresando a un local de ropa deportiva y según la versión oficial no se habrían llevado nada, aunque los rumores dicen que sí habrían alcanzado a llevarse algunas prendas.

Posteriormente, los delincuentes dejaron el utilitario incrustado en el shopping y se dieron la fuga en un segundo vehículo, una camioneta Fiat Toro que también había sido robada en otro hecho.

Quedó todo filmado, el modus operandi y la cantidad de autores. El vehículo que utilizaron de “ariete” en realidad pertenece a una empresa de distribución de artículos de limpieza y había sido sustraído horas antes mientras el conductor del rodado se encontraba almorzando dentro de la cabina en la zona norte de Trelew. Los asaltantes lo golpearon con un objeto contundente en la cabeza para aturdirlo y fue así como se apropiaron de la camioneta.

Como si fuera poco, la camioneta Fiat Toro que utilizaron para fugarse, además de ser mal habido también, fue utilizado por los mismos delincuentes para asaltar un kiosco en pleno centro unos días antes (el 9 de enero). Estamos hablando del local “Emmanuel” ubicado en San Martín al 600.

Las cámaras de seguridad dejaron registro del asalto al local Emmanuel ubicado en San Martín al 600. Allí se puede ver a la misma camioneta que utilizaron para fugarse los delincuentes que entraron a robar al shopping.

Esto nos lleva a concretar la idea de que un grupo de 7 individuos anda con mazas y demás herramientas a bordo de vehículos mal habidos robando locales y estrellando a los mismos vehículos robados, a diestra y siniestra con total impunidad sin ser atrapados; lo cual nos hace concluir en que el grado de inoperancia que maneja el propio Miguel Castro y su gente en la planificación de estrategias contra el delito es mucho mayor a la que pensábamos.

Sobre todo si recordamos que en Diciembre, un par de días antes de las fiestas Castro salió a decir a la prensa oficialista que en Trelew, “hubo una baja formidable de hechos delictivos” y que “fue un año de logros” en materia de seguridad con un descenso significativo de delitos en diversas jurisdicciones.

La realidad es que los dichos de Castro distan mucho de ser verdad si tenemos en cuenta que hubo un incremento delictual pocas veces visto, sobre todo en Trelew desde el año pasado hasta la fecha. No sabemos con precisión quiénes son los que le elaboran los informes de seguridad, quizás los mismos marginales a los que supuestamente persigue.

Diciembre trelewense, “el mes del delito”

Desde el 15 de diciembre que los delitos vienen en un escalada imparable: asaltos, desvalijamiento de casas, robo de vehículos; delito al por mayor.

Mientras Castro salía por los medios a decir las “notables mejoras” que veía él en la seguridad de Trelew, un repartidor damnificado encontraba por su propia cuenta y sin ayuda de la Policía, al vehículo que le habían sustraído en zona norte de Trelew. Lo hizo a través del GPS.

En el Museo Egidio Feruglio (Fontana 140), a plena luz del día a un joven de 27 años le robaron su celular. Supuestamente una zona que según las autoridades, se encuentra hiper-custodiada por policías debido a una ola de robos a turistas. Asi que no nos queda otra que inferir que los efectivos quisieron vigilar el sector desde las sombras y se tomaron muy enserio la idea de la “invisibilidad” porque no se advirtió existencia alguna de policías en los alrededores mientras se suscitó el hecho.

En el barrio Tiro Federal y cerca de un templo mormón, unos motochorros también le robaron el celular a punta de pistola a un joven de 24 años.

En la laguna Chiquichano, en inmediaciones al centro polideportivo de la ciudad dos adolescentes también perdieron sus teléfonos celulares al toparse con tres delincuentes que se valieron de un cuchillo, una piedra y una tabla para perpetrar el hecho.

Una mujer evangélica fue asaltada por dos ladrones mientras volvía de asistir a la iglesia. Le robaron una guitarra, su cartera que contenía: su biblia, un manojo de llaves del templo, el celular y mil pesos en efectivo.

En zona norte de Trelew, un grupo de cantidad desconocida de delincuentes ingresó a una vivienda cuya propietaria se había ido de la ciudad y se la desvalijaron. Los malvivientes sustrajeron del domicilio un estéreo marca Philco, un horno microondas, estufa a gas, una plancha, un motor de una máquina hormigonera, un equipo de música aún embalado y muchas otras pertenencias. Obviamente el hecho quedó impune y la policía no pudo encontrar a los autores.

Todos estos delitos descriptos ocurrieron en un lapso de 6 horas aproximadamente el día 15 de diciembre en Trelew; asi que le recomendamos al ministro de Seguridad que se informe más antes de decir que el delito está descendiendo en la ciudad del valle.

El holter más peligroso del mundo

 Pareciera que los efectivos policiales tuvieran la mira telescópica torcida, porque mientras roban media ciudad a los tipos no se les ocurre mejor idea que estaquear violentamente contra la pared a una señora con problemas cardíacos e hipertensa, con la sospecha de que portara un arma de fuego entre sus prendas. Esto ocurrió durante la mañana del martes 17 en la avenida 9 de Julio entre Ameghino y Pecoraro.

Resulta que lo que tenía en realidad era un “holter”, un dispositivo médico electrónico que sirve para recabar información en tiempo real de los movimientos que realiza el corazón.

La mujer de 69 años, entendiblemente molesta relató que el grupo de 6 efectivos policiales energúmenos que la abordó desproporcionalmente, además de hacerle pasar una experiencia espantosa que podría haber desencadenado en un problema grave en su salud, le desconectó el aparato, por lo que tuvo que volver al centro médico para que se lo vuelvan a colocar y reprogramar con todo el fastidio que ello implica.

Evidentemente falta mucha preparación psicológica en el personal policial, porque todo se hubiera resuelto con calma y de manera prolija si solo dos efectivos se hubieran acercado, con la mano en el arma reglamentaria por supuesto, a pedirle con tranquilidad a la señora que se levante las ropas para verificar que no estuviera armada.

Mientras tanto los delincuentes que ingresaron al shopping siguen prófugos cometiendo delitos encima de vehículos robados y Miguel Castro y su gente están contentos con el “descenso” de la delincuencia en Trelew.

 

 

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