La disparada de los dólares libres de las últimas siete jornadas complica aún más la evolución de los precios en abril. Antes del comienzo de la escalada del blue, que ya acumula $90 desde el miércoles pasado, los economistas estimaban una inflación cercana al 6,3% para este mes. Esto fue reflejado en el relevamiento de expectativas de mercado que publica el Banco Central en base a las proyecciones de más de 40 consultoras.
Hoy, ese número quedó desactualizado, de acuerdo con la visión de los especialistas, y el índice de precios al consumidor llegaría cerca de 8%. Sin embargo, aún falta esta semana para que comience mayo y las próximas cuatro jornadas serán definitorias para los precios de referencia de la economía, publica La Nación.
“La inflación estaría más cerca de 7,5%, pero faltan cinco días. No sería descabellado que pueda superar 7,5% y acercarse a 8% con esta dinámica que estamos viviendo”, explicó María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos.
Por otra parte, los especialistas consideran que la fuerte suba gesta una situación inicial complicada para mayo, que se proyectaba que tendría una inflación en torno al 6%.
Mientras tanto, varios rubros advierten por aumentos en los precios de lista, falta de valores de referencia o suspensión de las ventas, ante la incertidumbre de a cuánto podrán reponer su stock. Es una situación similar a la que ocurrió en julio del año pasado, cuando la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía generó un salto del tipo de cambio informal.
Rubros como el de neumáticos, autos, telas, construcción, turismo y electrónicos, entre otros, reportan transacciones frenadas e incrementos de hasta dos dígitos. Alimenta también esta tendencia la expectativa de que el Gobierno vuelva a restringir el acceso a divisas para los importadores.
La consultora Analytica considera que el IPC ya está cerca de 8% y que la aceleración de los dólares paralelos se traduce en presión sobre los precios en un mes en el que, producto de la estacionalidad, debería haber una baja respecto a marzo. “Es muy fuerte el rol de las expectativas. Se traduce en aumento de los precios, proveedores que remarcaron, proveedores que no están entregando mercadería porque quieren saber cuál va a ser el costo de reposición y mayor presión inflacionaria. Por eso nosotros lo que estamos viendo es una inflación que va a estar en torno al 8%, cercano al porcentaje de marzo, cuando deberíamos haber visto una reducción de la misma”, dijo Claudio Caprarulo, analista de la firma.
El salto de la inflación en marzo se explicaba, en parte, por cuestiones estacionales de algunos rubros como colegios, por el inicio del ciclo lectivo y también por indumentaria y calzado, propio del cambio de estación y a la nueva temporada. Eso lo que generaba expectativas de que en abril la inflación continúe porcentajes altos, pero por debajo de 7,7%.
Uno de los sectores que continúa con fuertes subas y que preocupa por su impacto social es el de alimentos y bebidas. La consultora LCG estimó que las primeras tres semanas del mes (hasta el viernes pasado) acumularon aumentos de 7,6% y de 9,4% al evaluar el mismo período de punta a punta. Solo la semana pasada, las comidas para llevar, los productos lácteos y azúcar, miel, dulces y cacao aumentaron 4,7%, 3,7% y 2,8%, respectivamente.
Sin embargo, para los analistas de la firma, abril cerrará en 7%. “La sequía está teniendo un fuerte impacto la parte fresca de alimentos, que tiene una fuerte ponderación, y hoy en día es lo que está traccionando los precios. El Gobierno también perdió capacidad de controlar precios, en parte por la escasez de divisas y ahora también se suman regulados a la ecuación. El aumento que vimos en la brecha cambiaria también se va a trasladar en parte a precios, ya que cada vez es más la cantidad de actores que tienen que acceder a sus insumos vía el dólar paralelo. Este rejunte de factores hace la desaceleración sea más lenta de la inicialmente proyectada”, explicó Lucio Garay Méndez.
“La demanda de pesos está cayendo a ritmo cada vez más rápido, lo que corre el riesgo de espiralizarse. Que los argentinos nos saquemos nuestros pesos de encima a mayor velocidad se refleja en que nuestra moneda valga cada vez menos. El primer lugar donde esto se ve es el mercado cambiario no regulado, pero luego se verá reflejado también en los mercados de bienes. Es decir, en el IPC de abril. Con mediciones hasta la tercera semana del mes, el IPC Libertad y Progreso apunta a cerrar el mes en torno al 7%”, aseguró Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
El dólar blue comienza a impactar más en los costos ante las presiones con las autorizaciones para importar, según Castiglioni, que opina que a medida que haya una corrida cambiaria, la expectativa de devaluación del oficial aumentará. “Todo eso paraliza las decisiones y repercute en que la gente digamos los comerciantes o las empresas se quieren quedar con stock no saben a qué precio, lo van a reponer, entonces empiezan a remarcar o paran las ventas”, comentó. Eso ocurre actualmente en productos de la construcción, precios de las ferreterías y algunos alimentos.