La iniciativa, que obtuvo voto unánime en el parlamento, prohibirá a las personalidades de internet la difusión de mensajes controversiales.
Contempla la publicidad a apuestas deportivas, cirugías estéticas, prácticas médicas sin sustento científico, productos con nicotina, productos financieros o compra de criptomonedas.
Quienes no respeten la normativa pueden enfrentar hasta 6 meses de prisión y multas de hasta 300.000 euros.