Además, provocaron la muerte de más de un centenar de cabezas de ganado y la destrucción de unas 400 hectáreas de cultivos.
Al menos siete personas murieron, nueve resultaron heridas y más de 300 viviendas quedaron destruidas como consecuencia de las inundaciones de los últimos días en Afganistán, confirmaron este domingo las autoridades locales.
“Las fuertes inundaciones en las provincias de Paktiyà, Maidan, Wardak, Nangarhar, Laugar, Kāpīsā, y Parwan, (entre las 34 que componen el país, ubicado en Asia del Sur), destruyeron además unas 300 viviendas”, reveló el portavoz de la autoridad talibán, Shafiulá Rahimi, en rueda de prensa, que fue recogida por la cadena televisiva Tolo News.
“Según recientes informes del Ministerio de Estado de Gestión de Desastres, en los últimos días murieron siete personas y nueve resultaron heridas, como consecuencia de las fuertes lluvias e inundaciones súbitas”, amplió Rahimi, en un comunicado difundido en vídeo.
“Las inundaciones provocaron la muerte de más de un centenar de cabezas de ganado y la destrucción de unas 400 hectáreas de cultivos”, consignó por su parte la agencia de noticias Europa Press.
Afganistán, donde según los datos oficiales ya fallecieron más de un millar de personas durante el año pasado, a causa de los “severos desastres naturales”, es un país montañoso donde las inundaciones son frecuentes especialmente a causa de las “fuertes precipitaciones entre junio y septiembre”, que provocan cada año importantes daños personales y materiales.
Entre sus antecedentes históricos, en julio de 2021 hubo intensas precipitaciones en el este de Afganistán, que causaron la muerte de unos 200 campesinos y dejaron comunidades arrasadas, en una zona que estaba bajo dominio talibán, los que, semanas después, se harían con el control de Kabul.